
Más de 50 jefes de Estado electos y diez monarcas en funciones confirmaron su asistencia a la misa funeral que tendrá lugar en la plaza de San Pedro este sábado a partir de las 10 de la mañana.
El féretro del papa Francisco fue cerrado este viernes en una ceremonia privada encabezada por el cardenal camarlengo, Kevin Farrell, luego de que unas 250.000 personas le rindieran homenaje durante los tres días de capilla ardiente en la basílica de San Pedro, que concluyeron ese mismo día, antes del funeral.
El rito duró una hora y en él han participado algunos de los familiares del pontífice difunto, así como autoridades de la Curia y vaticanas. Farrell tapó el rostro del papa con un velo de seda blanca, le roció agua bendita y depositó una bolsa con monedas y medallas acuñadas durante su pontificado. También leyó el Rogito, una especie de obituario oficial que se coloca dentro del ataúd, guardado en un tubo metálico que preserva los hechos más relevantes de su vida y su papado.