Carta del Movimiento Obrero organizado al Pueblo
Gremiales -CGT regional Avellaneda-Lanús-
Convencidos de que el trabajo es la máxima expresión cultural de un pueblo y, por lo tanto, eje sobre el cual la Nación construye su camino de ascenso hacia la Justicia Social, creemos necesario acercar a toda la sociedad el humilde aporte de nuestra reflexión.
Sabemos que la paz social es la base sobre la cual la humanidad, en cualquier tiempo y lugar, edificó su progreso. Y esa construcción fue posible cuando los esfuerzos se sustentaron en premisas tales como el respeto a la dignidad de la persona humana, el reconocimiento de la autonomía de la voluntad de las organizaciones libres del pueblo y la posibilidad de poner límite al poderoso que intentara jaquear la libertad de decisión de las personas o de sus instituciones.
Sobre estos pilares descansan los fundamentos de cada una de nuestras acciones y resoluciones. En ese entendimiento, y basados en la buena fue, abordamos la realidad del mundo del trabajo, la que no debe ser sobredimensionada en sus alcances, pero tampoco disminuida en los efectos adversos.
La realidad, única verdad, nos indica que hay compañeros trabajadores que son afectados en su estabilidad laboral; en la regularidad y monto de sus ingresos; en su poder adquisitivo y, en definitiva, en la posibilidad de proyectar con previsibilidad el futuro personal y el de su familia. Por supuesto que tenemos memoria y recordamos las horrorosas épocas de la dictadura. Gracias a Dios, al Pueblo, a los trabajadores, hoy estamos lejos de aquellos momentos de caos; pero las lecciones de nuestra propia historia, aprendidas a la luz de tan terrible precio, nos obligan a ponernos en alerta para que esa situación no se repita. Nos podemos tropezar dos veces con la misma piedra. Y esto vale para todos, ya se trate de gobernantes o dirigentes de cualquier organización que trabaje para el bien de la Patria.
Como Movimiento Obrero organizado, jamás apostaremos al golpismo como método para resolver nuestras luchas reivindicativas. Por el contrario, siempre buscaremos el dialogo constructivo con todos los sectores de la sociedad.
Las organizaciones obreras, legitimadas en sus mandatos y roles de representación, nos acercamos al dialogo. A diferencia del Gobierno que no nos convoca al debate. Por lo tanto, exigimos una respuesta inmediata a los legitimos reclamos del Movimiento Obrero.
Son tiempos, a nuestro juicio, de tomar el toro por las astas, de terminar con el relato mentiroso de que todo está bien. Por lo tanto exigimos que, de una vez por todas, se dé respueta a todos los reclamos del Movimiento Obrero: jubilación digna; seguridad; educación; la eliminación del impuesto al trabajo y la devolución del salario diferido de los trabajadores a las obras sociales.
Es tiempo de que los empresarios aporten su compromiso social para terminar con el proceso de crisis. Es tiempo de parar con las suspensiones, de detener los despidos y el proceso inflacionario, que no es generado por nuestros salarios, ya que éste afecta a todos por igual.
Estamos seguros de que todos los estamentos de Gobierno saben que nuestro objetivo permanente es el progreso de nuestros representados y, por lo tanto, estamos dispuestos a asumir compromisos que fortalezcan la paz social y el digno nivel de vida de los trabajadores.
Nuestra propuesta es explícita y contundente. Por eso, esperamos que las mas altas autoridades se hagan eco de este reclamo, teniendo en cuenta que está en juego el trabajo, el crecimiento de la Naciòn y la vida misma de todos los argentinos.




