Escándalo, polémica, fraude, corrupción, vergüenza, yegua, asco, soberbia, autoritaria, dictadora son algunos de los calificativos que los medios dominantes hacen repetir cual loros sudamericanos a toda la opinión publicada.
La elección del 25 de octubre promete ser la más sangrienta de la historia. Mauricio Macri sabe que pierde y su mano derecha no trepida en crear acciones políticas basadas en la mentira para derrotar a Daniel Scioli.
El caso Tucumán es hoy la noticia. No se sabe de gobiernos radicales al frente de la gobernación tucumana, su candidato no ganaba en ninguna encuesta, el peronismo triunfo históricamente en ese suelo norteño. El día de las elecciones también ganó en forma fácil. Sin embargo, punteros opositores destrozan urnas, las queman y denuncian que el hecho fue realizado por el oficialismo.
Salvo el grupo mediático que sostiene la candidatura del procesado Macri, ningún humano con dos dedos de frente puede sostener semejante mentira.
En Chaco y Buenos Aires ya profetizó Macri que se repetirá el caso Tucumán. Claro que va a suceder. Ellos anuncian, ellos ejecutan, ellos te denuncian y los medios te publican.
Daniel Scioli anunció la llegada del público visitante al fútbol y en el primer partido con barra macrista hubo un conato de violencia. Godoy Cruz, cuya barra responde al gobernador electo Bermejo, hombre de Macri, sin mediar explicación utilizó a sus delincuentes disfrazados de hinchas para tirar piedras y suspender el partido.
La semana pasada, Tinelli invitó a Scioli a su programa. Magnetto se comunicó con el futuro presidente de la AFA y textual dijo, va Scioli, va Macri. Por lo tanto, Daniel Scioli levantó la cita con el cabezón.
Y así todos los días. El clima que se vive no lo merece la sociedad argentina. Escuchar al trio endiablado de Alonso, Bullrich y Carrió hace repensar en el sistema. La impunidad de este trio para mentir ya no tiene límites.
Ninguna de las denuncias mediáticas de Carrió tuvieron su correspondencia en la justicia. Todas desmentidas.
De igual manera los comunicadores imperiales hacen lo suyo. Lanata invitando al golpismo, las diputadas con menos presencias en el Congreso sólo insultan y mienten porque proyectos no se le conocen. Hasta Mirta se anotó en el equipo de Magnetto.
La señora cómoda con los militares tampoco la pasa bien con sus invitados. Massachesi la expuso y ella lo retó, Burlando le repreguntó sobre que pruebas tiene Carrió y la señora visiblemente enojada contestó: “Abogado, no me chicanee”.
Lo cierto es que la derecha prepara una trampa para Scioli. Será en el Chaco, será en la Matanza el 25 de octubre, lanzarán algún muerto, hoy no se sabe. La única certeza es que con los votos y las propuestas Daniel Scioli gana en primera vuelta, pero una acción política que tenga que ver con una tragedia unos días antes del comicio puede hacer variar el resultado.
Igual, debemos repensar la actualidad. Los K en doce años de gobierno jamás una trampa en las elecciones. Néstor perdió por dos puntos y nadie dijo nada. Recalde perdió y se la banco. Los K cayeron en Rio Negro y Mendoza y silencio ficticio. Sin embargo, el PRO pierde en Salta con boleta electrónica y declara fraude.
Con otra boleta pierde en Santa Fe y también denuncia mediáticamente fraude. En Tucumán caen derrotados y le echan la culpa a la boleta y a la quema de urnas. Raro es que cuando gane “está todo bien” y cuando pierde, es el fraude.
También es raro que los economistas PRO estén ansiosos por llegar al poder y devaluar. ¿Por qué será? ¿Será para beneficiar a sus amigos empresarios? ¿Será porque según el departamento de agricultura yanqui denunció que Argentina tiene 37 millones de toneladas de soja para vender, casi el 42 por ciento de la producción mundial y no lo hace? Estaría buena una mega devaluación.
Nada es gratis en la vida. Hoy la derecha no gana, pero gracias al nuevo López Rega, el ecuatoriano Durán Barba, Macri puede ser presidente con trampa, mentira y olor a muerte. Es la única manera que tienen de llegar al poder, porque la gente ya eligió, y optó por la paz y la sabiduría.