Opinión

A pesar de los intentos de boicot, la Cumbre navega a toda vela.

Por  Margarita  Pécora  –

Aún cuando los pronósticos indicaban que las  maniobras de la oposición impondrían un “mal clima social”, simbólicamente hablando,  soplan buenos aires, a favor de que  al menos 15 jefes de estado o de gobierno y representantes de  33 países integrantes de la CELAC,  concreten la agenda de esta séptima Cumbre, donde el mayor protagonismo lo ha cobrado, sin dudas,   el presidente de Brasil Lula Da Silva, al frente del  buque de gran porte, que significa el gigante sudamericano en su regreso a la organización, luego de tres años  de ausencia.

Tal como veníamos alertando, el gorilaje se afiló las uñas y desde su derecha fascistoide, amenazó con actos agresivos a los mandatarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela, logrando que Nicolás Maduro cancele su asistencia a la reunión. Pero esto los dejó descolocados, atrincherados en el odio que destilan, y con las ganas insatisfechas de hacer el espectáculo que habían programado y ensayado quién sabe cuántas veces.

Ahora están atrapados en su propia red, porque no calcularon que un líder de la talla de Lula Da Silva, salga a apoyar a Venezuela y a Cuba, la isla que, dicho sea de paso, está representada en la Cumbre por su presidente Miguel Díaz Canel quien cumple, por lo visto sin tropiezos, su agenda de diversos encuentros con argentinos/as y cubanos residentes.

Los cabecillas de la derecha, empezando por Macri, Patricia Bullrich y otros, no  calcularon que partiera del propio Lula  una muestra  tan elocuente de su solidaridad con el pueblo de la Isla caribeña, cuando expresó sentir “mucho orgullo de que participen los cubanos en esta Cumbre. “Espero que Cuba pueda volver pronto a un proceso de normalidad y se acabe el cerco que ya dura más de 60 años sin necesidad”-dijo el mandatario brasileño.

En otra parte de su alocución Lula agregó: “porque los cubanos, no quieren crear el modelo brasileño, no quieren copiar el modelo de Estados Unidos; quieren hacer su propio modelo.” Y terminó pidiendo a los integrantes de la CELAC que asisten a esta Cumbre, un trato afectuoso para Cuba y Venezuela.

Y cuando hemos dicho que la oposición argentina más recalcitrante se daría con piedras en los dientes, no estábamos lejos de la verdad. Llegó Lula y habló de dar un salto de calidad en las relaciones comerciales y financieras con la nación austral, refiriéndose a la posibilidad de crear una moneda única, suramericana.

Muchas cosas más están por verse y oírse en esta Cumbre, y no sabemos si la oposición rabiosa que quiere boicotearla, estará preparada para escucharlas.

 

 

 

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