“A los que siguen la melodía del “flautista” rumbo al cadalso.

Por Margarita Pécora B.
El Papa Francisco con su sabia retórica, aludió recientemente al histriónico personaje que ha puesto a la Argentina al borde del abismo. La imagen que utilizó el Santo Pontífice para referirse a Javier Milei, sin mencionarlo, fue la del Flautista de Hamelin, personaje de un cuento que, para deshacerse de las ratas que habían infestado ese pueblo, tocó su instrumento, y con la melodía consiguió atraer a todas las ratas y conducirlas hasta un río, donde se ahogaron.
Y ese arrastre masivo compulsivo de gente atraída por la personalidad del candidato ultralibertario, se acaba de corroborar, lamentablemente, en la caravana por el conurbano bonaerense donde Milei se hizo seguir por una muchedumbre y algunas personas de cierta edad también, que creen que esa figura construida por los Medios de derecha junto al poder económico, es la que les va a resolver los apremios económicos que hoy padecemos todos, sin darse cuenta que están canalizando el enojo, por el camino equivocado de la autodestrucción, respaldando al liberal quien ya dice que le faltan poquísimos puntos para ganar en primera vuelta.
Lo más doloroso es que esa muchedumbre, busca abrazar la idea liberal, ortodoxa, o de mercado, sin detenerse a analizar el impacto real que va a tener en sus vidas cotidianas ese actuar de manera intempestiva.
Milei busca hacer estallar el país, fragmentarlo, detonarlo. Ese es el terreno que necesita para llevar su utópica dolarización desaconsejada incluso por prestigiosos expertos economistas del mundo, pero aun así, él insiste en querer romper con la soberanía de disponer la moneda nacional, del mismo modo en que ratifica que tomará decisiones tan peligrosas, como liberar el uso de armas de fuego. Para ello ha esgrimido una enorme una falacia, diciendo que “Aquellos estados que tienen libre portación de armas tienen muchos menos delitos”, aludiendo obviamente a Brasil o a EE.UU. En el país del norte, en lo que va de este año ya hubo los 400 tiroteos masivos, una cifra que apunta a ser año record de violencia armada, sin que haya ninguna legislación federal significativa sobre armas de fuego en el horizonte.
El colmo de la contradicción, es que una víctima de esta macabra política ultraliberal que quieren implantar, es la propia Carolina Piparo, hoy candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires por La Libertad Avanza (LLA), quien hace 13 años, durante un asalto, recibió un disparo en la cara por el que debió ser internada y operada y que precipitó el nacimiento y posterior muerte del hijo que llevaba en el vientre. .Sin embargo su narrativa discursiva es decir que la portación de armas «es un derecho» que debe ser «accesible».
¿Es que acaso somos suicidas? ¿Queremos que nuestros hijos o nietos mueran acribillados por asaltantes , motochorros, o por un trastornado que no pudo superar el bulling y en medio de un arrebato se cobra víctimas inocentes en un centro de trabajo o estudiantil?
Para que tengan una idea en EE.UU. , según la base “The Violence Project”, los tiroteos masivos ocurren frecuentemente en el lugar de trabajo o estudio de los tiradores, también en los comercios minoristas, en los restaurantes y bares, y finalmente en los hogares los lugares de culto y edificios gubernamentales. Más del 80% de los tiradores masivos mostraban señales de crisis, descritas por como un cambio marcado en el comportamiento que es notable para los demás.
Aunque hoy, por suerte la Argentina no está en el ranking de estas balaceras mortales, se sabe de la facilidad con la que un abuelo, por citar el caso más doloroso, mató a tiros a su propio nieto, porque sintió que alguien forzaba la cerradura, y era que al pibe se le había olvidado la llave. ¿Queremos que casos como este se repitan o naturalicen?
Estos candidatos de Libertad avanza, ¿están enfermos, o son perversos de verdad? Ya sabemos que fue el poder mediático al servicio de la derecha recalcitrante, el que creó a estos Milei, Villarruel o Píparos, y ahora ese poder, está asustado porque que van en contra de ellos mismos, y quieren pegar marcha atrás porque sienten que los salpican esas promesas de más represión, más militarización y reformas punitivistas del sistema penal, herramientas que precisan para imponer más ajuste, opresión y explotación.
Un poder mediático que les dio amplia cobertura para que reivindiquen el terrorismo de estado y el genocidio, y reponer una doctrina de Seguridad Nacional, que plantea militarizar los institutos de formación de las fuerzas de seguridad, deportar a personas migrantes sin derecho de defensa y, desde luego, bajar la edad de punibilidad de niños, niñas y adolescentes.
Por estas razones y muchas más comprendidas en el proyecto de una Argentina que pretende marchar después del 10 de diciembre hacia una presunta “libertad”, sobrarían razones para que las rutas, las calles y avenidas del AMBA se llenen de manifestantes enardecidos por la bronca; solo que si eso sucede bajo un gobierno de libertarios, veremos cómo molerán a palos a muchos, y hasta cualquiera podrá apretar el gatillo contra el primero que se le cruce en el camino.