ADELANTE RADICALES
Por Dany Wilde.
El antiperonismo de algunos radicales, socios del macrismo, a veces resulta canallesco, otras veces tonto y finalmente inútil. Se piensa esto porque el presidente anterior a Alberto Fernández fue un conservador con tintes liberales donde utilizó la estructura radical para consagrarse como el presidente que en cuatro años pudo destruir un país y dar consejos en la actualidad. Pasó un tsunami, los bolsillos macristas desbordaron y los radicales fueron por su sanguche de mortadela y queso como botín. Como siempre.
Cualquier simpatizante radical califica de honesto a Illia para sintetizar una gestión para el olvido. Se olvida que el honesto celebraba el día del golpe a Perón -16 de septiembre-, que intervino en la caída del General en el 55, que no permitió participar en las elecciones al peronismo y que amenazó de muerte al General. Un pequeño olvido. Después el radical rescata la honestidad de Alfonsín en un gobierno que solo se puede hablar de la hiperinflación. Tanto habló de honestidad el radical que se asoció a Macri. Un gran honesto que antes de ser presidente tenía 254 causas y dos procesos, que nadie desconocía su perfil mafioso y que hizo lo que todos esperábamos, saquear al país.
Duró cuatro años esta megabanda en el gobierno, lo suficiente para destruir una nación. Fueron derrotados por toda la cuenta y hoy hablan como lo hacen siempre, mintiendo. Olvidándose que no gestionaron, que destruyeron y que cayeron derrotados.
Los radicales mientras tanto hablan de que Perón era nazi, que Isabel una bailarina, que Cristina no daba conferencias de prensa, que la Cámpora es fea y demás conceptos que solo sirven para una chicana que dura lo de un gobierno radical, nada.
No aprendieron, no aprenden, no obedecen a sus líderes que no son muchos pero acatan al dueño de la fiambrería. Vergüenza debería darles encolumnarse tras la etílica o el domador de catres al mismo tiempo que hablan de la honestidad radical y la corrupción peronista.
La famosa honestidad radical hemos probado que no es tan así. Y eso que no mencioné la donación de dirigentes honestos hacia el proceso militar alias “dictadura”. No olvidar que los embajadores y los intendentes del ‘76 en adelante hablaban de Illia y demás yerbas.
Menos aún dije que el golpe del ‘30 fue saludado por Marcelo Torcuato de Alvear, o la cantidad de comandos civiles que me contaban la vida de Yrigoyen mientras arrojaban bombas a la gente, o los muertos de Roque Carranza en la plaza, o el plan de Alfonsín para que Perón-Balbín no fuera la fórmula del ‘73. Con Balbín presidente en lugar de Isabel quizás se hubiera evitado el 24 de marzo del ‘76. O sea me estoy olvidando de cientos de actos realizados por los reyes de la honestidad. Escribo estas líneas mientras un radical sigue hablando del ‘46 y del peronismo. Y mientras todo pasa hoy Alberto Fernández y Axel Kicillof siguen vacunando gente. Esta es la verdadera síntesis. ¿No le parece?
