Ahora sí Macri contra las cuerdas.

Por Margarita Pécora –
Acorralado por pedidos de acciones judiciales que ya mucho habían demorado para la gravedad que supone una “administración fraudulenta y defraudación del Estado”, más la causa del Correo argentino, se encuentra hoy Mauricio Macri , el hombre que marcó la historia política de este país con un nefasto período de gobierno que generó la mayor deuda pública de América Latina ante el FMI.
El pedido de investigar la posible comisión de delitos de Macri y otros de su entorno en la toma de deuda con el Organismo financiero internacional, fue instruido por el Gobierno nacional a Carlos Zannini, Procurador del Tesoro Nacional, quien representará al Estado en la investigación.
Según fuentes oficiales, el FMI otorgó un crédito de 55.000 millones de dólares al gobierno de Cambiemos que desembolsó 44.000 mil millones “usados para facilitar la salida de capitales especulativos con la absoluta anuencia de las autoridades de entonces” (Macri y su gabinete)
Por ello, tal como lo anunció previamente el Presidente Fernández, se iniciará una querella criminal para impulsar la investigación que busca determinar la existencia de esos delitos.
El Decreto 239/2021 fue publicado este viernes en el Boletín Oficial, y está rubricado por el presidente de la nación Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el ministro de Justicia, Martín Soria y de su par de Economía, Martín Guzmán.
Recordemos que en marzo pasado -al inaugurar las sesiones ordinarias en el Congreso- Alberto Fernández había calificado tal endeudamiento de Macri con el FMI como «la mayor administración fraudulenta y la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra».
A ello se añade el rechazo por parte de la Procuración del Tesoro a la oferta que presentó Socma (nave insignia de los negocios de la familia Macri), para evitar la quiebra del Correo Argentino. Macri había ofrecido pagar $1.000 millones, sin embargo el total adeudado sextuplica ese monto.
Por estas horas Mauricio escribe tweets desesperados donde califica las acciones en su contra de “atropello”, y “venganza”, como si no fuera atropello y masivo contra millones de personas, el haber contraído semejante deuda y permitido que se fugara.
Primer …y último tiempo de Macri.
La reciente aparición de Mauricio Macri en CNN respondiendo en una entrevista al periodista paladín de la derecha mundial Andrés Oppenhaimer algunos aspectos sobre el libro “Primer Tiempo” que acaba de publicar, nos puso en perspectiva la imagen de un hombre desesperado por el fuerte gardeo que está recibiendo de la justicia argentina, ante la que tendrá que comparecer con pruebas convincentes , que al parecer no posee.
Sin respaldo político que no sea el de dispersas fuerzas residuales de Juntos por el Cambio, Macri ya es un cadáver político que intenta por ese canal televisivo de habla hispana, lanzar un S.O.S a la derecha mundial para que lo socorran de algún modo.
La desesperación se le notó en el descuido de su expresión oral, donde parece haber olvidado los consejos de su logopeda, pero lo peor es que mostró a los televidentes de buena parte del mundo ser portador de un trastorno cerebral denominado “fenómeno de orientación espacial”, que no permite a las personas observar correctamente las cosas y todo lo registra de manera invertida”(sus ojos lo ven todo de una manera correcta, pero su cerebro le da la vuelta).
Por eso es que Macri, sigue viendo más logros y aciertos, que errores en la gestión que duró 4 años, y que para la inmensa mayoría de los argentinos, incluso hasta para quienes lo votaron, fue un accidente, un resbalón fatal en la vida porque pensaron encontrar en sus promesas de gestión el “cambio” que necesitaban para sus vidas.
Por eso a “Primer Tiempo”, según titula su libro de reflexiones, se contrapone imaginariamente y de forma involuntaria la frase “Ultimo Tiempo”; porque después de aquella primera chance, no habrá otro sueño amarillo, ya nadie querrá verlo sentado en la poltrona de La Rosada a gestionar para su cofradía de amigos empresarios a los que benefició con cargos , privilegios, y dólares en fuga, mientras abría sin compasión la llave de los DNU para imponer impuestazos al ciudadano común, y a pequeños comerciantes hundiendo en la pobreza a la inmensa mayoría condenada para colmo a pagar de por vida una deuda con el FMI que será un lastre difícil de sacarse de encima a la economía argentina.
No solo fue poco original haber imitado a Cristina Fernández de Kirchner en la edición de un libro, algo que por estos lares se denomina “copión”, sino que tanto en sus reflexiones que enmarca en el género de la crónica y dice haber escrito por más de un año, Macri reitera una actitud que no corrigió por más que le criticaron, y es victimizarse continuamente y culpar a otros de sus malas decisiones de gobierno.
En la entrevista televisiva vimos a un individuo despechado que no disimula para nada que su pelea es antiperonista en esencia, y a muerte contra con el kirchnerismo personalizado en Cristina a la que ataca diciendo que “es la que maneja la agenda del gobierno”, deslegitimando de ese modo la investidura presidencial de Alberto Fernández.
Por motivo de ese trastorno espacial que padece y por ahí no lo reconoce, el empresario hijo de un millonario amigo de presidentes y poderosos, que se aventuró a dar el salto de alcalde de la Capital Federal, a presidente de la Argentina “para cumplir un acariciado sueño de niño en cuna de oro y vivir lo que califica como “el momento más fascinante de su vida (como un partido de fútbol), no entiende el por qué del rechazo que le dispensó la más alta autoridad eclesiástica del mundo , el Papa Francisco, a quien creyó tener metido en un bolsillo por el solo hecho de haber asistido a algunas reuniones a la Santa Sede con el Sumo Pontífice, quien en lugar de una amplia sonrisa, le regaló una mueca que todos interpretamos claramente como desaprobación por una gestión presidencial que estaba causando sufrimientos a más de 42 millones de argentinos, y obviamente ello iba en contra de los principios de la Iglesia. Ese trato Macri lo interpreta ahora como un mensaje “disruptivo, sin empatía ni acompañamiento”. ¿Esperaba acaso que ante semejante drama socio económico que inundó de quejas a Roma, el Papa lo recibiera con besos y abrazos?
Hay otra patología concomitante con el trastorno espacial y es la amnesia. Macri olvida demasiado fácil que invadió con su ola amarilla y sus promesas a la sociedad argentina, y propuso ordenar cuentas, bajar pobreza e inflación, dos indicadores que se dispararon , y no consideró un país inclusivo, con todos los sectores sociales adentro, incluso la clase media terminó siendo perjudicada por sus políticas. Y si algo faltaba en las hazañas del presidente que se llenó la boca criticando la “pesada herencia” que dijo le había dejado el kirchnerismo; contrajo la deuda pública de Argentina con el FMI, la más grande de América Latina, por más de US$44.000 millones.
Por estas horas, es probable que el trastorno del habla, más el de orientación espacial que padece sin saberlo Mauricio Macri, lo hundan en una crisis emocional severa. Nada comparable con la que sufrirán generaciones de argentinos condenados por su demencial toma de deuda millonaria que, al parecer con su anuencia, entró al país y salió hacia las arcas de los amigos. Esa figura que ahora acompaña la carátula de “Macri y otros…” y ante la que deberán responder por semejante delito.




