¿ACTO FALLIDO O EL DESEO DE MUCHOS?

Por Carlos Galli.

Ayer en el verborrágico discurso de la Dra. Cristina Fernández, la locutora la despidió diciendo: «buenas tardes Señora Presidenta de la Nación».

Esta forma de saludar, tal vez, fue un acto involuntario o el deseo de muchas y muchos militantes del Frente de Todos. No es mi caso, primero porque no milito en esa coalición, y en segundo lugar, porque no soy ni kirchnerista y mucho menos cristinista.

En su apasionante y caliente alocución, la Presidenta del Senado Nacional, opinó todo lo contrario a lo que expresó el Dr. Alberto Fernández, el primer mandatario. Como el presi, también opinó en el mismo tenor, el Ministro de Economía, Martin Guzmán.

Ellos dijeron que hay que pagar la deuda, Cristina dijo con ímpetu y cierta calentura que, Argentina no tiene plata para pagar.

¿Quién tiene razón? Todo depende del cristal con que se lo mire.

A mí me educaron que las deudas se deben pagar, pero también me enseñaron que a los usureros hay que padecerlos y si te amenazan, decirle “QUE DIOS TE LO PAGUE”.

Seguramente los usuras tienen sicarios para actuar cuando le ordenen. Claro que el FMI, tiene sus modos y formas para que el deudor pague, aún si en el medio, hay sangre, sudor y lágrimas.

Estos dichos, de unos y otros, encienden aún más, la mecha dentro de la coalición de gobierno.

Hebe de Bonafini, como es lógico, se puso del lado de su referente político, la Doctora Fernández.

El Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y el «heredero Máximo», también apoyaron a la vice.

Los medios de comunicación, como era de esperar, se pusieron de un lado y del otro. Según la línea editorial que los «patrones», le ordenan. Algunos colegas, parecería que no tienen pensamientos libres e independientes, otros miran de reojo la pauta publicitaria oficial y algunos pocos, que no le debemos favores a nadie, ni a la opo ni al oficialismo, por lo cual, podemos expresar lo que pensamos. En lo personal, ni Alberto, ni Cristina, y mucho menos, el desteñido y amarillento PRO, y una de sus caretas más visibles y que se ha transformado de repente, en escritor de sus memorias, que es lo mismos que editar cientos de páginas en blanco. Ninguno de los tres me mueve la aguja ideológica. Son como el agua tibia, que sirve para muy pocas cosas, yo diría, para nada. Prefiero frío o caliente, tibio es el peor de los estados de los seres humanos, porque a los tibios DIOS lo vomitará de su boca.

El relato oficialista ya no da para más. El de la oposición, no es creíble.

Si la deuda no se paga, el pueblo, del que formo parte, vamos a sufrir, y si se paga, también lo vamos a padecer. Mientras el presidente y la vice, transiten por veredas opuestas, el único perjudicado, como siempre ocurre, es el pueblo, el laburante, el obrero, los descamisados y la masa sudorosa. Jamás los dirigentes políticos, padecen las desventuras de sus enormes errores, por no escribir sus enormes cag…

¿La locutora se equivocó, fue un acto premeditado y guionado o la traicionó el subconsciente, o fue una expresión de deseo, o simplemente, un acto fallido? Solo ella, y Cristina lo saben.