Para el pueblo lo que es del pueblo.
Por Carlos Galli.
La pandemia mundial, ha mostrado las miserias y las vanidades de los poderosos; que asquean y repugnan a la enorme mayoría de esta republiqueta del tercer mundo y bananera, aunque por ahora, nos seguimos sintiendo ciudadanos y no kelpers.
Los amigos y «cómplices» de los gobernantes de turno, en muchos casos, nos han robado las vacunas de nuestros abuelos, de nuestros mayores, de nuestros amados «viejos», de todos aquellos que tenemos enfermedades preexistentes.
Vacunatorios VIP en el Ministerio de Salud, con inoculados de primera categoría, es un bochorno más que se hace a espaldas del PUEBLO, de un pueblo que está perdiendo la poca paciencia que le queda, o mejor dicho, que nos queda, porque yo formo parte de este maravilloso pueblo, laburador y sudoroso.
Los hechos y acontecimientos que ocurren en nuestro país, no pudieron ser revelados ni siquiera por NOSTRADAMUS. Le fue imposible «adivinar» tanta corrupción e injusticias.
La caradurez del hombre de las dos caras, el hombre de las dos veredas. Los que pisamos los 70 años, saben lo que significa. A buen entendedor pocas palabras.
Me estoy refiriendo al «perro» Horacio Verbitsky, quien dice que se arrepiente y pidió disculpas. Señor de diferentes «reinos», estoy convencido que su vanagloria no le permite hacerlo desde el corazón. claro si es que lo tiene, esta manchado de muchas culpas, muchas de ellas, serán pagadas en las llamas del averno tan temido.
y en ese lugar, se encontrará con los genocidas, con los cuales colaboró por traidor y cobarde, durante la más cruel y última dictadura militar.
No fue el único, tiene sus «semejantes» que le han robado al pueblo el sagrado derecho de vivir una vida digna y que merezca ser vivida.
Cuando el Presidente de la Nación, le tomó juramento a Carla Vizzotti, expreso «hay que trabajar con transparencia y trazabilidad». Me pregunto ¿existe otra manera de hacerlo?
También pidió dejar de sostener privilegios, lo que significa que los hubo. ¿Lo seguirá habiendo?
La verdad, muchas veces es muy cruel, pero no por ello, deja de ser verdad.
Algún día llegará un argentino o argentina, que le brinde al PUEBLO lo que es del PUEBLO.
