FORMOSA: ¿Una democracia con olor a dictadura?

Por Carlos Galli.
Esta provincia parece ser gobernada por un Emperador romano, o por un Faraón egipcio, al mejor estilo de los tiempos de Ramsés II, salvando las distancias. Si bien no tiene esclavos, el sesenta por ciento de los trabajadores, están bajo las alas poderosas del Estado provincial.
En un verdadero Estado de Derecho y en plena Democracia, los DD.HH., no se recortan ni pueden, sin dudas, ser suspendidos por ninguna causa. Luego de la reciente visita del Secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, por las denuncias de violaciones a los DD.HH., la mesa de Juntos por el Cambio, junto a intelectuales y artistas, publicaron una SOLICITADA, en la que advierten al Presidente Alberto Fernández, sobre la desesperante situación existente en la provincia que gobierna Gildo Insfrán.
En lo que se equivoca la oposición es que, no son centros clandestinos, son centros oficiales, donde están hacinados todas aquellas personas aisladas con síntomas o sin ellos de este maldito y letal virus que esta «gobernando» el mundo.
Desde la época de la ultima -genocida- dictadura militar, que no se hablaba de violaciones a los DD.HH. Es muy lamentable que en una democracia insipiente, algunos nos hagan creer que podemos volver a un pasado que nos dejo heridas, cicatrices y huellas muy profundas.
Desde el año 1983 nuestra Patria no padecía tanta violencia institucional como la que están sufriendo nuestros hermanos y hermanas formoseñas. Lo que me queda claro, es que Insfrán no es el ejemplo a seguir.
El General Perón expreso: «Mi único heredero es el PUEBLO». Algo que el gobernador de Formosa, parece haber olvidado.
Solamente le falta exigirle al pueblo que comience a construir pirámides y monumentos con su nefasta figura.
Tal vez el pueblo, un día haga sonar su escarmiento; como dijo el General del pueblo laburador.




