Comenzó la era Biden empuñando las banderas de la unidad.

Por Margarita Pécora B. –
El mundo siguió atento el mensaje del orador de apariencia serena y lenguaje honesto, que invocaba la unidad de todos los estadounidenses para escribir nuevas páginas en la historia de EE.UU. en medio de la crisis , y la promesa al mundo de recuperar las alianzas. Millones de personas en el planeta siguieron atentas el discurso de jura del presidente Joe Biden, junto a Kamala Harris primera mujer vicepresidenta de ese país.
Biden logró en su ceremonia de asunción, contrastar favorablementre con las neuróticas puestas en escenas que caracterizaban al magnate republicano que lo antecedió en el poder , y quien con su ausencia, provocó un cambio novedoso a fin de cuentas, en el diseño del tradicional traspaso de mando donde no hubo banda presidencial y sí primerísimas figuras de la cultura estadounidense comprometiéndose con himnos, canciones y poemas con la nueva era que comienza para la patria multirracial y multiétnica de los Estados Unidos de Norteamérica.
Más allá de cualquier escepticismo, cabe reconocer el tono pacifista del mensaje del nuevo mandatario de la Casa Blanca, quien asume tras dura contienda electoral marcada por el peligroso y violento asalto al Capitolio incitado por su rival electoral Donald Trump, y que aún sabiendo que quedan vivas las fuerzas de la extrema derecha blanca que sigue fanáticamente a Trump, es capaz de convocarlos a la unidad con la convicción de que “cada discrepancia no debe ser razón para una guerra”.
Y esa sugerencia no iba dirigida solo a las hordas internas que quisieron impedir el avance de la democracia. La vimos extensiva a los cuasienemigos de afuera con los que Biden buscará reconciliarse después de las llamas de la discordia que dejó ardiendo Trump para complicar la gestión del nuevo presidente.
En este aspecto puntual de las relaciones con el mundo, el discurso de Biden ofreció también una lectura reconciliadora cuando expresó “vamos a reparar nuestras alianzas y nos vamos a poner en contacto con el mundo otra vez. Vamos ejercer con el poder de nuestro ejemplo^.
Creo que suficiente para que tomen nota las cancillerías de varios países de América Latina , de Asia o del mundo árabe, donde el banquero dejó prendidas las mechas..
Desde luego que en un breve discurso el flamante presidente no alcanzó a reiterar postura sobre la crisis migratoria que ya le golpea las puertas a EE.UU. con una extensa caravana migrante, ni hablar del Muro que su antecesor prometió levantar ‘ para que lo paguen los mexicanos’, pero todos sabemos que esta será una tarea difícil que la administración Biden tendrá que enfrentar junto con la número uno de evitar que siga muriendo más gente por la pandemia.
Sin dudas Biden reconoce que “hay mucho que reparar , restablecer y ganar” y en ello va implícito ese grito de sobrevivencia del pueblo estadounidense frente a la pandemia.
Hay algo que es profético: un hombre solo por más poder que le otorgue su investidura presidencial no podrá recomponer un gigantesco país dividido por las fuerzas del odio y el paso letal de una pandemia , si no defiende con uñas y dientes ese principio de unidad y lo pasa de mano en mano como una bandera de lucha a cada integrante de la sociedad sin reparar en el credo, la ideología política ,ni la raza o profesión. ¿Podrá Biden cumplir con semejante desafío?




