El pueblo argentino está acostumbrado a sufrir represiones.
Siempre la represión estuvo presente, aun cuando los reclamos populares, generalmente eran, son y serán justos.
Los gobiernos tienen esa maldita costumbre de ejercer la represión contra los trabajadores, los humildes y contra los obreros, campesinos y estudiantes.
Aun los gobiernos democráticos, usan la represión, aunque en menor medida.
La Triple A fundada por el brujo José López Rega, estaba integrada por sectores del peronismo de extrema derecha, por los Sindicatos, el Comando de Organización, (CDO), Guardia de Hierro, Policía Federal y las Fuerzas Armadas.
La Triple A, estaba ligada a la logia masónica Propaganda Due, liderada por Licio Gelli.
La Triple A fue responsable de la desaparición y muerte de más de dos mil personas. Sus aberrantes acciones fueron catalogadas como delitos de lesa humanidad.
El objetivo, desde su creación, fue la persecución y exterminio de personas vinculadas a grupos considerados de izquierda o progresistas, criterio que se aplicaba a los Montoneros, al ERP, a la FAR, FAP. También atacaba a la social democracia y a cierto sector del Radicalismo.
La ideología de esta perversa y macabra organización era, el anticomunismo, y contra el Peronismo Revolucionario. Los aliados eran las Fuerzas Armadas y el comando de ultra derecha, Libertadores de América.
Perpetraron más de tres mil atentados con bombas en instalaciones del Peronismo Revolucionario, de la JP de la Tendencia, y organizaciones defensoras de los Derechos Humanos.
Fue desactivada luego del golpe militar del 24 de marzo de 1976, aunque mucha obra desocupada fue utilizada por los genocidas.
Es un pésimo recuerdo, pero hay que estar muy atentos, para que los socios de la muerte, no resurjan de sus basurales.
Mercenarios y sicarios hay en todos los agujeros donde se esconden las ratas.
