
Existen colegas, periodistas de los cuales no aprendo absolutamente nada. Los que me educaron profesionalmente, la mayoría, ya no están entre nosotros, pero están en mi recuerdo y en mi corazón.
Tengo 68 años y tuve enormes maestros de la Comunicación Social. No me interesa hacer periodismo de periodistas y mucho menos, incursionar en el periodismo amarillo.
Me voy a referir a aquellos que tienen la lengua muy suelta y hacen hincapié, como si tuvieran la verdad absoluta y revelada. Expresan sin sonrojarse, que la señora Patricia Bullrich y la Doctora Cristina Fernández de Kirchner, fueron en la juventud, Montoneras.
La «piba», el sobrenombre de la ex ministra de seguridad, hoy dirigente del PRO, jamás estuvo en el campo de batalla y la actual presidenta de la Nación, perdón, presidenta del Senado, tampoco…
Patricia era militante de la JP de la Tendencia. Pero desde hace años, critica los modos y formas, y la violencia, como acción política. Se vestía como «guerrillera», y jamás lo fue. Era una «revolucionaria» de la oligarquía nativa; de escritorio y sentada en un mullido sillón aterciopelado.
Deambulo por cuanto partidos y alianzas políticas existieron en nuestra amada Nación. Paso de izquierda a derecha, como quien cruza de una vereda a otra. No tuvo la menor idea de que es llevar un fusil en la mano y a Evita en el corazón. Con seguridad, se olvidó de los que pusieron el pecho y de los que murieron para que la Patria VIVA.
Se olvidó de los que regaron con su preciosa sangre el suelo de la Nación. También se olvidó de los mártires de Trelew. Se olvidó de todo, hoy es una acérrima defensora del capitalismo esclavizante y de la pandemia amarilla.
Por su parte, la Doctora Cristina Fernández, la Presidenta de Nación, perdón, Presidenta del Senado, militó en la JP, pero nunca tomó un fusil para combatir a las diferentes dictaduras, fue una ideóloga, pero jamás estuvo en la lucha armada. Nunca se enfrentó a los genocidas con arma en mano.
Colegas, por favor, no jodan más, con que fueron Montoneras, y si lo fueron, nunca estuvieron en el frente de batalla. Esto no es bueno ni malo. Son solo medallas herrumbradas que jamás estarán en el corazón de ninguna de las dos.
Ser MONTONEROS/AS, fue otra cosa, pero ahora no es el momento de buscar verdades. Mucho ya se escribió y se seguirá escribiendo y todos en su medida han dicho sus verdades y también, sus mentiras.




