
Este sábado, después de una prolongada espera y un reñido conteo de votos que incrementó la expectación mundial, los números cerraron a favor del candidato demócrata Joe Biden, quien resultó ganador al superar los 273 votos de las elecciones presidenciales en los EE.UU. superando con creces a su rival el republicano Donald Trump. Ello confirma a Biden como el presidente número 46 de los Estados Unidos de Norteamérica.
Lo que registran las agencias de prensa por estas horas, son espontáneas expresiones de júbilo popular en las calles, en particular en los alrededores de la Casa Blanca, donde permaneció aguardando por un golpe de suerte, el vencido presidente Donald Trump, quien ha estado acusando de manera anticipada a su rival demócrata, con la existencia de fraude y amenazando con llevar el asunto a la Corte Suprema.
Para Kamala Harris esto representa también una victoria resonante, que se incrementa al convertirse en la primera mujer electa vicepresidenta de los Estados Unidos.
Las agencias de noticias amplifican los mensajes de felicitación enviados al nuevo presidente norteamericano Joe Biden, por mandatarios de varios países, entre los primeros de los cuales está Justin Trudeau, el primer ministro canadiense. Sin dilación también se sumó a las felicitaciones, el presidente de Argentina Alberto Fernández, que lo hizo extensivo a todo el pueblo estadounidense «por la alta participación en las elecciones del pasado martes, en una clara expresión de la voluntad popular -destacó Fernández en su mensaje que acompañó con una foto de Biden y Kamala Harris-.
Cabe significar que estos comicios reafirman la marcada división que existe en el país, donde la represión racial y el mal manejo de la pandemia que ya suma más de 230 mil muertos, jugaron en contra de Trump y de su obstinado propósito de conseguir un segundo mandato presidencial…
Para América Latina, el triunfo de Joe Biden, significa un respiro -en la política de hostigamiento que dirigía Donald Trump contra Cuba, Venezuela y Nicaragua-, y para el resto de los países, como la Argentina una esperanza de poder potenciar las relaciones económico comerciales que pálidamente existieron en los últimos 4 años donde gobernó el macrismo en la Argentina, a pesar de una supuesta «amistad» de Trump con Mauricio Macri, que dejó como saldo una exigua exportación de limones argentinos hacia EE.UU.
De cualquier manera la política del nuevo mandatario de la Casa Blanca hacia América Latina y el Caribe marca un suspenso, y está por ver si Biden seguirá la trayectoria de descongelamiento de relaciones que Barack Obama inició al menos con Cuba, o si la seguirá manteniendo aislada e injustamente castigada.




