
Nuevos detalles sobre la salud del presidente de los Estados Unidos, se siguen sumando a la atmósfera de confusión que se esparció desde el viernes, cuando el propio Donald Trump reveló que él y su primera dama, dieron positivo de Covid. A partir de ese momento comenzaron las informaciones contradictorias sobre la salud del mandatario. Algunas fuentes afirmaban que su estado era preocupante, mientras otras le atribuían un cuadro leve y justificaban su traslado al hospital militar Walter Reed solo por prevención. Ya por estas horas se habla de un posible retorno a la Casa Blanca donde continuará el tratamiento.
Recordemos que ese día del anuncio, no solo cayeron las bolsas en el mundo con el impacto de la noticia de Trump con su vida en grave riesgo; también la seguridad nacional tembló y no pocos advirtieron sobre el peligro de un ataque enemigo, con el sillón presidencial desierto, aunque el vicepresidente Mike Pence se hubiera puesto al mando. También la campaña electoral recibió sus cimbronazos porque tuvo que introducir cambios en la agenda para que el candidato republicano enfermo de Covid, pueda participar de manera virtual al menos en el segundo debate con su oponente el demócrata Joe Biden.
Muchas cosas han inquietado sobremanera a la Casa Blanca, con el presidente de la poderosa potencia estadounidense prácticamente marginado por la infección del Covid.
Los apremios de la campaña y la eventualidad de que Trump no pueda seguir participando en la misma, hicieron que el equipo del demócrata Joe Biden, anunciara la «Operación MAGA», basada en su eslogan «Make América Great Again», que contará con aliados de alto perfil incluyendo al vicepresidente Mike Pence y a los hijos mayores de Trump, quienes tomarán el control de la campaña en persona esta semana.
Y algo parece haber de cierto en esta modificación de agenda electoral, porque Bill Stepien, gerente del equipo de Donald Trump ya comunicó que se pospondrá o pasarán a formato virtual todos los eventos de la campaña electoral programados previamente, luego del presidente dar positivo al coronavirus.
Ahora, un cable fechado en Washington, afirma que “luego de permanecer tres días en el hospital combatiendo el coronavirus con un intenso tratamiento, los médicos de Trump anticiparon que podría regresar este lunes a la Casa Blanca, aunque a la vez volvieron a negarse a responder preguntas concretas sobre el estado de salud del mandatario y reconocieron que ocultaron la gravedad de su enfermedad en medio de una ola de contagios que descompensó a la Casa Blanca y a los republicanos.
Sean Conley, el médico presidencial, reconoció en una conferencia de prensa por primera vez que Trump tuvo «fiebre alta» y que sus niveles de saturación de oxígeno en sangre bajaron transitoriamente en dos ocasiones, el viernes, antes de ser traslado, y el sábado. Conley admitió también que Trump recibió oxígeno en la Casa Blanca, un dato que se había negado a confirmar el sábado, otra revelación que alimentó el escándalo por la desinformación oficial alrededor de la salud del magnate, quien se sumó a la triada de presidentes junto al primer ministro británico Boris Johnson y el presidente de Brasil Jair Bolsonaro, que se contagiaron tras haber menospreciado la gravedad de la pandemia y negarse desde el principio a usar el tapaboca.
En un video que Donald Trump tuiteó hace unas horas, da la impresión de que la tormenta pasó, porque habla en pretérito cuando afirma «Ha sido un viaje muy interesante. Aprendí mucho sobre Covid. Lo aprendí realmente yendo a la escuela. Esta es la escuela REAL. Esta no es la escuela de «leamos el libro». Y lo entiendo. Y es algo muy interesante», dijo Trump.
Y qué bueno después de todo, que haya aprendido la lección en su “escuela real”, pero que lástima que tuvo que esperar a contagiarse, para que entienda que el coronavirus es un peligro real. ¿O es que los más de 200 mil muertos por coronavirus en Estados Unidos, no fueron suficientes para convencerlo de tan dramática realidad?



