Por las chicanas, le salió el tiro por la culata.

Por Margarita Pécora B. –
Una noticia recorrió hoy el mundo impactando en el mercado bursátil e inquietando a no pocas personas. Donald Trump y su esposa Melania, dieron positivo de Covid-19. No habían transcurrido ni 72 horas del debate presidencial en el que el presidente de los Estados Unidos, chicaneó a su adversario Joe Biden diciendo “Tengo cubrebocas, tengo uno aquí mismo, pero no lo uso como él, que cada vez que lo ves tiene un cubrebocas. Puedes estar hablando a 200 pies de distancia, y lleva el cubrebocas más grande que hayas podido ver”…
¿Estratagema política, o verdadera complicación de salud del inquilino de la Casa Blanca? Tal es la pregunta que se formulan hoy millones de personas envueltas en la duda, por tratarse de un personaje de la política, el hombre más poderoso del mundo para muchos, pero reconocido como un mentiroso serial y manipulador de todo el que le rodea.
Los que piensan que es una estratagema de Trump, argumentan que es “para evadir un nuevo careo con su adversario electoral, el demócrata Biden, quien le lleva una sostenida ventaja de alrededor de 10 puntos y terminó venciéndolo en el debate, con enorme esfuerzo por cierto, porque la soberbia de Trump no lo dejaba exponer sus ideas. Agregan a estas conjeturas, que esta movida le dejaría a Trump cierto margen para dilatar el proceso previo a las elecciones – que ya están a las puertas el 3 de noviembre-.
Otros observadores, en cambio, creen que ciertamente Trump está contagiado por el coronavirus, y que la fiebre y el decaimiento no lo pudieron manejar los médicos de la mansión presidencial, a pesar de haberle suministrado un compuesto de medicamentos, porque se trata de un hombre, de 74 años, con obesidad ( su índice de masa corporal supera 30), y algunos problemas de colesterol que podrían complicar su cuadro de salud en la evolución de la infección que provoca el coronavirus.
Lo llamativo y que no escapa a la observación del mundo, es que Donald Trump es uno de los tres presidentes- junto al primer ministro británico Boris Johnson y el presidente de Brasil Jair Bolsonaro, que menospreciaron la gravedad de la pandemia y se negaron desde el principio a usar el tapaboca.
En sus mensajes antes de abordar el helicóptero que lo condujo al hospital, Donald Trump trató de minimizar su estado de salud, trasmitir calma y serenidad, pero algunos analistas calculan que no andan bien las cosas para el mandatario al que hubo que trasladar el helicóptero al hospital, cuando podía haberse hecho en autos.
De cualquier modo, la diplomacia mundial envió mensajes de optimismo a Trump y familia, entre los que figuran el del presidente de Rusia Vladimir Putin quien suscribió “Estoy seguro que tu vitalidad inherente, buen espíritu y optimismo va a ayudar a lidiar con el peligroso virus”.
A algunos les sonó irónico el mensaje enviado por Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) quien escribió: “Mis mejores deseos al presidente Donald Trump y Melania Trump para una pronta y completa recuperación”, sin embargo, el que más sugestivo me pareció es el del presidente Alberto Fernández, quien remarcó en su misiva “La pandemia no distingue entre gobernantes y gobernados”.
Al fin y al cabo uno se pregunta qué estarán pensando los familiares de los más de 200 mil estadounidenses que fallecieron hasta ahora por el Covid-19 negado y ninguneado por el hombre que hoy tuvo que salir volando en un helicóptero a recibir atención medica. El montaje fotográfico que ilustra este comentario enviado por un colega deja ver a Vladimir Putin ( a la derecha ) colocándole una vacuna a Trump que gesticula con fastidio, y quien lo sujeta es nada menos que Nicolás Maduro, el venezolano al que Trump le ha dedicado enorme desvelo y recursos para sacarlo del poder y luego adueñarse de las reservas petroleras más grandes del mundo que son de Venezuela. Ironías todas.Lo cierto es que a Trump la chicana le costó que le saliera el tiro por la culata.




