
Che papusa oí, que el bicho maldito hace estragos por culpa de los pascualitos, ¿manshas el chamuyo pipiolo? Con el dolape que abre hasta la heladera para verificar si se prende la lamparita y los fiambrines que hacen marchas hasta por el ascenso de Ferro, el bicho se hace la panzada. ¡Pero no aprenden estos pastenacas!
Che papusa oí, si vos que la vas de contratista al Capitán Beto, no te da el marote para cazar que si el bicho no pega el pire vos gil, no laburás hasta el día que lo sapos se hagan hippies. Capo, si bancas a esos macaneadores olvídate de una butifarra polenta polenta. Chabón ¿que hacés con la azotea?, solo le pones el funyi. Sos un farabute, un pelandrún, un piscui que anda por la banquina.
Escuchá y sacá fotocopia guerrillero de alpaca, ¿te acordás del Valentín?, de la empresa pituca de Santa Fé, ¿te acordás? ¿Cómo finiquitó capo? El intendente que se la daba de maula volaba de fiebre en la catrera, el otario. Casi pasa a militar en otro barrio, decí que la parca estaba de franco. Los laburantes no vieron una moneda ni de casualidad, el dueño se fue a visitar al barba y los paisanos empezaron a palmar y las salitas a colapsar.
Che papusa oí, no seas un tirifilo, un badulaque, un contrera del año cero, ¿no ves que el domador de reposeras sigue abusando del apoliyo, domando y destrozando catreras? ¿No ves que se zarpa y te usa como de gil? El cafiolo le chamuya a la etílica, y la choborra te manda a marchar, a enfermar y al amasije, mientras el mamerto mira la caja boba como un pashá. Juná que el trucho no se gasta los tamangos, se queda en el bulín y vos le das una mano para voltear al presi. Hace cuentas campeón, todo lo que vas a garpar cuando se vayan los peronchos, gil de lechería.
Seguí así, quéjate de los réferis, del rusito, de la yegua que a vos no te hacen nada, y dale manija al dolape y al mamerto que te sacaron los morlacos y tienen el vento del día que le pidas.
Che papusa oí, hacele caso al presi, quedate en la tapera, no vayas al cheboli, deja la talope en el dofon así no palmás. ¿No ves que el bicho ya tiene que ir a ver al Cormillot? -de lo gordo que está-. Los peronchos te cuidan del bicho y del mamerto. Y vos cumpa cero bola a los pascualitos. Se quieren amasijar, que se amasijen, se quieren pegar el pire que se las tomen, pero vos nada de partuza, ni runners ni nada. ¿No ves la cantidad de tomuer que hay? ¿La cantidad de bonchas que se van con la parca a otro barrio? ¿No los ves?
Al contrera ni la hora y vos papusa oí que el mamerto te secó y te saqueó, la etílica se emborracha con el importado gracias a que vos sos un pastenaca, la adicta a los flanes se cansó de recibir garpe de los yonis y como diputada para ir al nalca del magneto, el Bullrich te gastó poniendo un muñequito para que lo reemplace, el Pichetto te chamuya lo que vos queres registrar y los demás poligrillos amarillos te usan para volver a recibir un garpe sin laburar. ¿Capishe cusifai?
El presi sigue laburando a dos manos igual que la yegua y el martincho. Los cumpas bancan los trapos y todos juntos para levantar el ispa. Todos laburan, menos los pascualitos que se disfrazan con la bandera para sanatear y macanear a favor de los ladris, de esos fundadores de taquerías que mandan a los fiambrines a amasijar paisanos. Estos fenómenos la juegan de San Martín, Belgrano y Artigas pero son unos guerrilleros de alpaca que quieren hacer la revoluta en una cupé con fercho. Por eso nosotros sigamos en la tapera, que con la patrona estamos feten feten parando la oreja al speaker y mateando con alguna galleta. Bancá, cumpa, bancá.




