Verguenza propia y ajena tras primer debate presidencial en EE.UU.

Por Margarita Pécora –
Era de esperar que hoy amaneciera la imagen de Donald Trump con una caída estrepitosa en las encuestas de Medios,- un 28% frente a su rival el demócrata Joe Biden-, después del caótico primer debate presidencial previo a las elecciones del 3 de noviembre próximo, realizado este martes en Cleveland, Ohio, y que no solo indignó a los ciudadanos norteamericanos, sino a muchos espectadores que seguimos por el cable el careo devenido un show de muy mal gusto.
Hoy estallan las redes sociales de comentarios, la inmensa mayoría críticos respecto de la actuación payasesca del presidente republicano Donald Trump, quien se mostró enfurecido, como loco de atar, con el rostro desencajado por la ira, interrumpiendo constantemente a su adversario el demócrata Joe Biden, a quien cubrió de insultos porque el ex vicepresidente, quien conservó a pesar de todo la calma, logró ponerlo severamente contra las cuerdas.
Desde nuestra perspectiva, Joe Biden salió victorioso, porque a pesar de la histeria de su oponente que no lo dejaba hablar, logró trasmitir a los votantes estadounidenses, mirándolos de frente, los ejes principales de su proyecto presidencial, donde marcó con énfasis la palabra unidad para poder resolver los graves problemas económicos que deja la administración de Trump y las secuelas de un pésimo manejo de la pandemia denominada por el mandatario como el virus chino, siendo el hombre que ocultó a sus ciudadanos la gravedad de la enfermedad que hoy coloca a los EE.UU. en el primer lugar de la lista de víctimas con más de 200 mil fallecidos.
La violencia y el descontento racial, otro de los ejes en los que Trump ha fracasado, pudo dejar a Biden terreno fácil para callar las mentiras y burlas constantes de Trump, al recordarle el asesinato de George Floyd que la sociedad norteamericana condenó masivamente, y que le dio pie para tildar a Trump de racista y payaso.
En ese contexto surgió un tema que esta repicando fuerte sobre la negativa de Trump a condenar a los supremacistas blancos por incitar a la violencia en las manifestaciones contra la brutalidad policial en el país, y donde se inscribe lo que denominan el movimiento antifascista “Antifa”.
Muchos norteamericanos dicen hoy que ya no quieren ver más debate presidencial, prueba de que se sienten ofendidos por lo que han visto, aunque no les sorprende, viniendo principalmente de su primer mandatario arrogante , provocador e irrespetuoso, que no tuvo límites en sus intentos por insultar a su oponente electoral, y que buscando ratificar la promesa del sueño americano, les habló de vacuna lejana, confirmó su descrédito a la pericia científica, a las políticas frente al cambio climático y al acuerdo de París, mientras algunos estados norteamericanos literalmente se consumen por las llamas.
Veremos el próximo debate qué cambios se operan para mejorar la imagen de quienes pretenden llevar las riendas de un país tan diverso, como la multitud de problemas que hoy le aquejan y ponen en duda su empañada condición de potencia mundial.




