
Si hay una certeza… es que esto va a pasar. No es una frase de motivación, o autoayuda sino que es una verdad revelada. Va a pasar como pasa todo, lo bueno, lo malo, los días.
A riesgo de creer que esa es una afirmación que puede esperar porque en todo caso se vive pensando en cómo saldremos de esta, o una cuestión a futuro pero menos ambiciosa sería de qué manera vamos a salir.
Sin embargo, la afirmación inicial es tan cierta como la contradicción humana y llega al ver cada vez a más gente enaltecer cosas que denostó en su momento.
El disparador es Adrián Suar consultado sobre su opinión política diciendo que fue crítico del kirchnerismo pero que sin embargo estuvo de acuerdo en muchas cosas de la gestión de Néstor.
Disparador porque es recurrente. Son incontables la cantidad de personas que dicen ahora haber estado a favor de las políticas de Néstor Kirchner.
Viene a ser una suerte de comodín decir eso, como dejando entrever que se trata de una persona muy abierta y que resalta cosas negativas tanto como positivas porque ante todo se describe como “objetivo”. De los creadores de “yo no tengo ningún problema con la cole…uno de mis amigos es judío” llegó más tarde el “yo no soy antikirchnerista… inclusive me gustaban cosas de Néstor”. Si se le pide que diga 4 medidas que le gustaron de Néstor son capaces de decir 3 que fueron durante el Gobierno de Cristina. Pero no importa, Néstor es su comodín.
Cómo recordaremos estos tiempos de pandemia, porque como todo…este tiempo va a pasar.
Se imaginan a los que hoy son anticuarentena (sin englobar en esto a los que piden una apertura gradual que les permita trabajar, que es otra cosa muy distinta) decir dentro de diez años que ellos valoraron algunas cosas como la cuarentena.
¿Sería extraño?
Hay que tener memoria porque muchos de los que hoy dicen que ellos no pueden ni ver a la yegua pero que Néstor era diferente (y quedará para otro editorial las diferencias, pero que se entienda el sentido de estos párrafos) eran los que decían que se venía el zurdaje cuando bajó los cuadros, y que el tuerto vuelva a empobrecer su feudo en el sur.
Como la frase: un pueblo sin memoria está condenado a repetir la historia. El olvido selectivo hace capaz que una persona que redujo drásticamente las jubilaciones controle la seguridad nacional, y sin dar cuentas por los delitos en su gestión ahora presida el partido políticamente más opositor y mediáticamente más oficialista.
Los dirigentes políticos que dijeron que el Gobierno se enamoró de la cuarentena, dirán en un futuro nosotros somos republicanos respaldamos al gobierno con el momento de la cuarentena y ahora marcamos tal o cual error. ¿Se imaginan?
La diferencia entre un Gobierno peronista y uno que no lo es, es que cuando el Ejecutivo lo maneja el peronismo los logros se valoran con retroactividad en los medios, y cuando no gobierna el peronismo…directamente no hay logros para el pueblo.
Entonces, en lugar de que suene como una cuestión a pensar a futuro este es un ejercicio para la actualidad. Escuchar en su parte más pasiva puede representar ser un receptor, pero en su definición más activa también está la de interpretar.
Esta persona que hoy dice lo que dice, ¿Qué dirá de este tema dentro de 10 años?




