El peronismo cree que cuando Aníbal Fernández se somete al interrogatorio gorila de los medios dominantes los votos llueven y llueven para el movimiento en la próxima elección. Las bases, ingenuamente, se convencen que Alberto Fernández le pasa el trapo a cualquier periodista hegemónico, con lo cual, si esto es verdad, la tonta de la película es Cristina que nunca sale en los medios.
Pero no es así, el presidente pidiendo disculpas por algo que no hizo ante el hijo de Mauro Viale no gana la pulseada ante la clase media, es más se le ríen en la cara. El desfile de peronistas ante las cámaras de Canal 9 en el programa de Viviana Canosa es inútil. No difunden la doctrina ni el pensamiento justicialista sino que agrandan la figura de una ignorante de la política en un canal que no mide. Para muestra un botón, o sea, pregúntenle a Aníbal. El comentario de ese programa fue el alcohol en gel que le lanzó la colorada al ex ministro. Nadie se acuerda de las declaraciones del dirigente.
Del programa de Canosa ¿cuántos peronistas recuerdan las notas con los intendentes, funcionarios y hasta el presidente, que haciendo fila como en cancha del ascenso pasaron pacientemente por el interrogatorio gorila y perverso de semejante “estrella”?.
Nadie recuerda una nota, pero nadie olvidará que la pseudoperiodista maltrató al presidente, que le pidió en cámara que no vaya más, que no tiene intención de hacerle ninguna nota porque tiene miedo y demás mentiras propias de alguien que necesita salir a toda costa en los medios dominantes. ¿Quien colabora sin ninguna retribución?, el peronismo, estúpido, el peronismo.
Algunos dirigentes, como es el caso del intendente de Merlo, son de la creencia que no sirve las notas con periodistas de características peronistas o populares. Para este jefe comunal sirve ir a lo de Canosa, que recibe fuertes pautas para luego destratarlos, Menéndez un genio o quizás otro socialdemócrata.
Este pensamiento es abonado por los prenseros del poder. La mayoría, sin conocimiento alguno, pero con amplia experiencia en palmear espaldas. De todas maneras no es el único gobierno que se equivocó con la prensa, en realidad, salvo Menem el resto de gobiernos peronistas no encontraron la vuelta. Y es más sencillo de lo que parece. Para cerrar compañeros, la fórmula es atender a todos los medios por igual, ya sea el boletín del barrio o Lanata y repartir la pauta en forma equitativa. De esta manera no habrá quejas y nadie espera nada de nadie. Y menos aún de los medios que son antiperonistas. ¿Viste Biondi? sí vos, el prensero de Alberto, ¡viste que no es tan difícil!
