La pandemia sigue su curso con la cuarentena más larga del mundo dicen algunos medios. Otros realizan comparaciones y acotan, no fue estricta ni la más larga. El plasma ayudar a curar visibilizan algunos periodistas hasta que un investigador desde Suiza dice que el plasma no sirve. La vacuna estará en agosto dicen desde los Estados Unidos, Israel informa que antes de fin de año tiene la vacuna, y dos laboratorios cuentan que la tienen ya, mientras la OMS dice que la vacuna estará en el 2021 y el que virus veranea con nosotros.
Algunos mercenarios de la información bancan a los anticuarentena que se apoyan en un investigador que además es antivacuna. Bill Gates y su gente proponen la vacuna desde su visión empresarial. Además de visión Gates posee cuatro laboratorios y es el principal aportante de la OMS. Y así todo desde hace cuatro meses. La gente que se pega a un televisor o a una radio del sistema sufre una descarga terrible de desinformación que no merece.
Aquel que no entiende cual es el objetivo de un medio cae en la trampa y se cuadra ante cualquier consejo que indique el propalador de turno. Los medios hegemónicos son socios de las grandes corporaciones y pretenden implantar el miedo para que la sociedad toda obedezca o al menos esté controlada.
Los mismos periodistas que aconsejan la libertad y critican al gobierno, hoy critican al gobierno por demasiada libertad y mientras esto pasa el ciudadano de a pie, no sabe dónde meterse mientras las arcas del medio crecen y crecen.
La ética no es una herramienta ni un objetivo de los medios, con lo cual no debemos hacer caso, salvo que aquella voz o imagen que nos guié lo haga sin la complicidad de los intereses creados. Poca confianza podemos tener en un periodista cuando la publicidad se nutre de lugares oficialistas. Jamás creeremos la opinión de un medio sobre el mundo del trabajo cuando ese medio abunde en publicidades empresariales. En la era del virus no podemos creerle a Bill Gates ni la OMS porque han informado a favor y en contra desde que empezó la pandemia. La OMS estuvo a favor del rebaño y a favor del distanciamiento, a favor del barbijo y en contra, antes de fin de año tenemos la vacuna y ahora cambia de año para el 2021, con tantas marchas y contramarchas nada es creíble.
Por eso desde este espacio podemos recordar a Joan Manuel Serrat cuando decía: “Harto ya de estar harto, ya me cansé de preguntarle al mundo porque y porqué”. Alguna vez la OMS se dignará a emplear la verdad como herramienta de comunicación, y ¿existe esa vez? pregunto, ¿podrá entrar en esa tónica los medios hegemónicos?. Antes la caja era boba, ahora además es mentirosa. ¿No le parece?




