
(La historia continúa)
Sabemos todos lo que no te dicen los medios dominantes, es decir, la desinformación hecha y derecha como debe ser según los voceros del sistema. Los sicarios de la verdad se empecinan en embrutecer al gran pueblo argentino salud. Parea eso desfilan por las pantallas modelos simpáticas, periodistas deportivos con barba blanca que ahora tampoco saben de política y el jardín de infantes que se instaló en C5n.
Pero ya sabemos que en esta pandemia los ganadores son los ricos, por lo menos así cuenta Infobae y no vamos a desconfiar del departamento de estado norteamericano, puerta cuatro atendido por Daniel Hadad. También sabemos que cada gobierno insiste con la cuarentena, que todos afirman que el 60 por ciento de la población respectiva será infectada y los especialistas en geopolítica dicen que los amos del planeta quieren un 60 por ciento de la población menos. Eso lo sabemos. También conocemos que el FMI te aplasta económicamente o cuando te presta plata te pide que controles la natalidad y reduzcas la población, eso también lo sabemos.
Entonces agreguemos algo en esta nota. Tenemos idea que mientras los grupos de poder sueñan con la reducción poblacional el gobierno ruso paga por hijo. Putin oferta 250 mil rublos por cada hijo. Francia abona 2000 euros por hijo, 1000 por mes y 20 mil al tercer hijo. O sea todos no son iguales.
Uno no entiende porque los grupos de poder piden menos gente hasta que empieza a investigar y llega a la siguiente conclusión. Van por el camino, algunos de Darwin, otros de Maltus y quizás un resumen de los dos.
Maltus, el pastor inglés, fue el primer economista que habló de la superpoblación mundial. Veía que los hombres crecían en forma aritmética y los alimentos en forma geométrica o sea en algún momento el hambre afectaría a todos. Maltus odiaba a las clases bajas y pretendía que no tuvieran muchos hijos porque era una carga para el sistema. En cierta forma tenía razón, claro el inglés no llegó a conocer a Perón, pues la solución no es matar gente sino ejercer una distribución equitativa de la riqueza, y ese es el “leiv motiv” que desconocen los amos del planeta. Si acceden al peronismo no hay necesidad de matar o diseñar un virus. Pero son gorilas, avaros y sobre todo desconocen la obra del peronismo en la Argentina. Para muestra un botón. El libre mercado está desbastando al primer mundo mientras que la Argentina trata de controlar, vía cuarentena, esta pandemia. No es igual los 50 mil muertos de Estados Unidos que los dos centenares argentinos. No es igual la tragedia española, italiana e inglesa que el momento argentino. No es igual.
¿Alguien te habla de Maltus?, y si te hablan tampoco te dicen que fracasó su idea. ¿Y porque fracasó?, porque la población desde que el habló en el siglo 18 creció 38 veces y las riquezas una infinidad no calculable. Sin embargo, los viejos avaros dueños del planeta se guían todavía por una teoría que solo funcionó en sus enfermas mentes. Su ignorancia tan supina es solo comparable con su avaricia y su maldad. Ellos son dueños de los bancos, de los medios y de algunas religiones por eso su voz es más poderosa. Resuena más pero está equivocada. Alguna vez la pandemia terminará. Y ya que cerramos las fronteras para que el virus no entre, dejémosla así para que no entre el liberalismo. Si cerramos fronteras nos olvidamos del FMI y del salvaje modelo que imponen simplemente para que sus dueños tengan esa sabor que los conmueve, ese aroma con lo cual se deleitan, ese olor a muerte.




