¡El humor rompió la cuarentena!

Por Margarita Pécora B. –
Las hormonas que generan la risa, son como un antídoto al miedo. A la altura de esta batalla contra la muerte por el letal coronavirus, y desde la privación de la libertad al acostumbrado tránsito callejero que nos impone el confinamiento en nuestros hogares, se está manifestando como nunca antes el humor popular, con una vastísima producción de chistes, algunos picantes, otros tenebrosos, o de doble sentido, pero en línea general graciosos, que consiguen provocarnos la risa ejerciendo con ello su poder terapéutico.
Distraer con chistes en medio de semejante tragedia que convulsiona al planeta, consigue disipar la mente de las personas saturadas como estamos, de noticias que llegan a diario sobre miles de muertos en Europa y EE.UU, fundamentalmente, y el peligro de que se propague en tal magnitud a otros países. De este modo, el humor ejerce un equilibrio emocional y nos hace más llevadera la interminable cuarentena.
Quienes poseen el arte especial de hacer reír con bromas, incluso aquellas que incursionan el humor negro se han cuidado, y es justo reconocerlo, de no amplificar temas tenebrosos ligados al fatal desenlace por el coronavirus; en cambio, en la avalancha de audios y videos que me han compartido amigos/as de varias partes del mundo, aunque subyace el temor a la más universal y antigua compañera del hombre, la muerte, lo que predomina es la preocupación por la salud física (engordar, convertirse en adicto a la Tele o Internet); aunque también abundan en lo espiritual, los referidos a las relaciones amorosas o intrafamiliares, el impacto de la pandemia en la economía , en la política y hasta en la religión, entre otros.
La pérdida transitoria de la libertad que disfrutábamos cuando salíamos a trabajar o estudiar, ha dado pie a chistes como este:
“El hombre está pasando por los días más complicados de toda su historia: el gobierno no quiere que trabaje, su esposa no lo quiere en casa y la policía no lo quiere en la calle”.
“Antes no me dejaba salir mi ex, ahora no me deja salir el gobierno, “ni para soltero sirvo”.
“En cualquier momento me meto dentro del lavarropas… para dar unas vueltas”.
La obligación de compartir día y noche con la pareja, sin que ninguno pueda tener un “respiro” de privacidad, origina chistes tales como:
“Con mi mujer en la casa no es cuarentena, es “prisión domiciliaria”
“Cuando todo esto pase, el cuerpo humano va a estar compuesto en un 70 % de grasa y un 30 % de alcohol en gel”.
“La cuarentena es como la amante, para dormir con ella está buena, pero para salir a la calle es complicado…”
Hay otro grupo de expresiones humorísticas que traducen de forma graciosa distintos estados de ánimo:
“En mi casa todos los caminos conducen …a la heladera”.
”Con el Covid-19 no sé qué me da más miedo, si tomarme la temperatura o pesarme”-
“Con esto del coronavirus hay algo que no me cierra; el pantalón, por ejemplo…”
“Un consejo; no se pesen: (No veo necesario añadir horror a esta tragedia)
“Estamos a 15 días de conocer el verdadero color del cabello de las mujeres”.
“En el barrio empezaron los problemas con el alimento: Un vecino se quiere comer a la vecina de enfrente porque está sola…”
“Tirado en el sofá en el 2019: vago inútil; tirado en el sofá en el 2020: “Adulto responsable”.
La teoría de la trasmisión del coronavirus a través de animales al hombre, se ve reflejada en este chiste : “Un americano vio un murciélago e hizo a Batman, un europeo vio al murciélago e hizo a Drácula, el chino viene un murciélago y lo hizo Sopa..”
“Un Tigre se comió un jabón y ahora es puma…”
Hasta el impacto en la economía ha inspirado a los humoristas:
“La economía del mundo se tambalea, porque solo estamos consumiendo lo que necesitamos”.
Y como verán, ni Dios queda exento en este modo de expresar los sentimientos con humor:
“Éramos todos humanos, pero la religión nos separó, la política nos dividió, el dinero nos clasificó, hasta que un virus nos igualó”.
“Salgo afuera, el coronavirus, salgo al patio, el dengue, voy adentro, mi esposa: ¡Dios, qué queres de mí!
“Debido a la ausencia de polución Dios es visible desde la Tierra”.
¿Crees que tenes ansiedad, ansiedad es la que tienen los Testigos de Jehová que no pueden ir a tocarte la puerta sabiendo que estás en casa”.
Sobre la moda:
“Ojalá vuelva la moda de los pantalones nevados, porque los tengo todos salpicados de lavandina”..
“La finalidad del barbijo es importante: te reduce la cara de pelotudo un 50%”.
Acerca de la política:
“Estoy tanto tiempo en mi casa tirado y sin trabajar, que tengo miedo volverme político”.
Como pueden apreciar, el humor es fundamental para sobrevivir, es un componente vital de la función adaptativa. La risa aligera, libaniza y tiene el súper poder de superar a otras emociones. Es una especie de catarsis liberadora. Le da validez al viejo proverbio de “A mal tiempo, buena cara”, para ver con optimismo el lado feo de la vida que nos impone esta pandemia. Demos pues, riendas sueltas a la risa, nuestra mejor compañera en esta agobiante coyuntura.




