Los “saberes populares” juegan con fuego frente al Covid-19

Por Margarita Pécora B. –
No se puede negar el valor social de los saberes populares, esa forma de conocimiento empírico con su propia racionalidad que se le reconoce como Pseudociencia, que resulta útil frente a padecimientos comunes cuyos remedios, o tratamientos alternativos nos han legado nuestros ancestros. Pero El Covid-19 es “harina de otro costal”. Todavía no se sabe a ciencia cierta si la grave neumonía que produce, la trasmitieron a los humanos, los murciélagos, los mariscos, las serpientes, o los simpáticos pangolines.
Algunas personas de manera irresponsable producen fake news (noticias falsas), tal vez de manera inconsciente movidos por el deseo solidario de ayudar al prójimo, pero lo que están logrando es confundir.
De no saber nada de este tipo de Coronavirus a principios del 2020, la comunidad científica ya ha logrado aislarlo, secuenciarlo, identificarlo y desarrollar pruebas para diagnosticarlo y hasta empezó a probarse una vacuna, pero seguimos corriendo contra reloj y la cifra de muertos en algunos países europeos, eleva las curvas en los gráficos, lejos de achatarlas, y esto es una confirmación de que, como en toda nueva epidemia, sigue habiendo muchas incógnitas que se irán resolviendo a medida que ésta evolucione y que los científicos logren entender más sobre el comportamiento del virus.
Por eso hoy, difundir por las redes sociales remedios o prácticas que pueden ser asimilados por personas que están incubando el virus sin saberlo, o aquellas que ya lo tienen, y que los van a consumir en medio de su desesperación, es “jugar con fuego”.
El hecho de correr los saberes populares por un camino paralelo al de la ciencia, sin un sustento científico, lejos de ayudar, muchas veces retarda o complica los esfuerzos de los científicos para enfrentar una pandemia que hoy se comporta altamente letal.
En los grupos de chats, whatsapp, etc., aparece de todo, desde el que aconseja comer aceitunas en salmuera “para matar al virus”, creyendo tal vez que el Covid-19 es una suerte de lombriz de tierra que se retuerce y muere con un puñado de sal encima, o aquel que propone tomar alcohol “porque lo seca”-, y hasta intentan demostrar la validez de su teoría afirmando irresponsablemente que “no hay ningún alcohólico reportado entre las víctimas mortales por este coronavirus”. Otros recomiendan comer “mucho ajo” para inmunizarse, y hasta hay quienes insisten en la isotérica idea de que se debe colgar un collar de ajos en las casas y locales como resguardo contra los malos espíritus y los vampiros (como ven algunos a los murciélagos).
En esa línea, le leído consejos de “sabios populares”, recomendando vaporizar las casas con aceite de Eucalipto, partiendo de un estudio donde supuestamente demostraron que “el COVID-19 no se desarrolla en ambientes donde se usa el 1,8 Epoxi-p mentano, que es el componente anti virucida, antiséptico y bactericida del Eucaliptol, y que han realizado una serie de pruebas en ambientes aspersados con vapor caliente de Eucaliptol donde este virus modificado no se desarrolló.
Confieso que no he encontrado ningún estudio científico ni medianamente riguroso que pueda confirmar semejante descubrimiento, más allá de que el Eucalipto lo usamos desde tiempos inmemoriales para inhalaciones contra la congestión nasal y bronquial.
Y no menciono entre estos consejos dubitativos, el de la conveniencia de usar el Paracetamol en lugar del Ibuprofeno, porque esa duda no la sembraron los sabios populares, sino algún irresponsable que la instaló en los Medios y aún las personas no saben a ciencia cierta, qué convendría tomar si aparecen dolores.
En la vida diaria, la diferencia entre lo que busca un científico y una persona que no lo es, se encuentra en los distintos deseos de reflexión sobre lo que hacen. El científico está sometido a la «pasión» por investigar y explicar cada duda. La persona que está libre de los requerimientos de la ciencia observa la realidad, a su manera, o a la manera como la ha heredado de sus ancestros, su grupo social y cultural, abonando de este modo los «saberes populares».
La ciencia necesita de la comprensión pública y por ese motivo creo que debe dejarse el camino libre a la “verdad científica”. Si nos aconsejan cómo es el lavado correcto de las manos con agua y jabón abundante y cuándo, cómo y en qué grado utilizar el alcohol bactericida, no hay razón para que transgredamos esas normas usando otros productos que a nuestros abuelos les dieron buenos resultados, pero no se trataba de un Virus como éste, ni vivíamos una época como la actual, donde muchos científicos se queman las pestañas a diario para sacar nuevos productos de la biotecnología frente a un enemigo poderoso como es el bioterrorismo.
Lo que dice la OMS
La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre los fake news (falsas noticias) que no han hecho más que confundir a los ciudadanos. Y aclara sobre los principales mensajes que reproducimos a continuación:
El virus puede transmitirse en zonas con climas cálidos y húmedos
Las pruebas científicas obtenidas hasta ahora indican que el virus puede transmitirse en cualquier zona del planeta, incluidas las de clima cálido y húmedo. Con independencia de las condiciones climáticas, hay que adoptar medidas de protección si se vive en una zona donde se hayan notificado casos de contagio o si se viaja a ella. La mejor manera de protegerse contra el coronavirus es lavarse las manos con frecuencia. De esta manera se eliminan los virus que puedan estar en las manos y se evita la infección que podría producirse al tocarse los ojos, la boca y la nariz.
El frío y la nieve no pueden matar el coronavirus
La temperatura normal del cuerpo humano se mantiene en torno a 36,5° y 37°, con independencia de la temperatura exterior o de las condiciones meteorológicas. Por lo tanto, no hay razón para creer que el frío pueda matar el coronavirus o acabar con otras enfermedades.
Bañarse en agua caliente no previene la infección por coronavirus
Bañarse en agua caliente no proporciona ninguna contra el coronavirus. De hecho, si el agua está muy caliente puede uno quemarse.
Las picaduras de mosquitos no transmiten el coronavirus
El coronavirus es un virus respiratorio que se propaga principalmente por contacto con una persona infectada a través de las gotículas respiratorias que se generan cuando esta persona tose o estornuda, por ejemplo, o a través de gotículas de saliva o secreciones de la nariz. Hasta la fecha no hay información ni pruebas que indiquen que el virus pueda transmitirse por medio de mosquitos. Para protegerse, evite el contacto cercano con cualquier persona que tenga fiebre y tos.
¿Se puede matar el nuevo coronavirus con un secador de manos?
No. Los secadores de manos no matan el virus. Para protegerse, hay que lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón. Una vez limpias, secarlas bien con toallitas de papel o con un secador de aire caliente.
¿Se puede matar el coronavirus con una lámpara ultravioleta?
No se deben utilizar lámparas ultravioletas para esterilizar las manos u otras partes del cuerpo, ya que la radiación ultravioleta puede causar irritación de la piel.
¿Se mata el coronavirus rociando el cuerpo con alcohol o cloro?
No. Rociar todo el cuerpo con alcohol o cloro no sirve para matar los virus que ya han entrado en el organismo. Tanto el alcohol como el cloro pueden servir para desinfectar las superficies, siempre que se sigan las recomendaciones pertinentes.
Las vacunas contra la neumonía, ¿protegen contra el coronavirus?
No. Las vacunas contra la neumonía no protegen contra el nuevo coronavirus. El virus es tan nuevo y diferente que es necesario desarrollar una vacuna específica, en la que ya se está trabajando con el apoyo de la OMS.
¿Conviene enjuagarse la nariz con una solución salina para prevenir?
No. No hay pruebas que indiquen que esta práctica proteja de la infección. De hecho, aunque algunas pruebas indican que enjuagarse la nariz regularmente con solución salina puede acelerar la recuperación tras un resfriado común, no se ha demostrado que prevenga las infecciones respiratorias.
¿Comer ajo puede ayudar a prevenir la infección por el coronavirus?
El ajo es un alimento saludable que puede tener algunas propiedades antimicrobianas. Sin embargo, no se han obtenido pruebas de que comerlo proteja contra el virus.
¿Afecta solo a las personas mayores o también a las más jóvenes?
El coronavirus puede infectar a personas de todas las edades, como ya advirtió la OMS, si bien se ha observado que las personas mayores y las que padecen algunas enfermedades (como el asma, la diabetes o las cardiopatías) tienen más probabilidades de enfermarse gravemente cuando adquieren la infección.
¿Los antibióticos previenen la infección por coronavirus?
No. Los antibióticos son eficaces contra las bacterias, pero no contra los virus. Puesto que el coronavirus es un virus, no deben utilizarse antibióticos ni para prevenir ni para tratar la infección. Sin embargo, si resulta usted infectado por este virus y le hospitalizan, es posible que le administren antibióticos para que no contraiga infecciones bacterianas.




