
Que la masonería se introdujo en el poder mundial es un secreto a voces y ya no quedan dudas. La última visibilización masónica fue el golpe de estado boliviano, donde quien propone la desestabilización constitucional, un tal Camacho, de mucho poder económico pertenece a la logia de los caballeros de Oriente. Muy a pesar de utilizar una gran Biblia que solo la utiliza para actos demagogos, su pertenencia es masónica.
Pero este poder sectario que se originó en el siglo XVIII tiene muchos adeptos dentro del poder imperial norteamericano. Trump tiene todas las características aunque no podemos confirmarlo.
De todas maneras utiliza un esquema basado en la doctrina Monroe en la teoría y una copia exacta en la práctica de sus aventuras en Medio Oriente.
Una característica masónica es su enfrentamiento con el catolicismo, en especial con el Papa Francisco. Para ello destina millones de dólares a auspiciar las religiones audiovisuales del si sucede conviene para captar mentes débiles en todo el continente americano.
La masonería ha estado vinculada a la presidencia norteamericana con todo lo que supone en cuanto a penetración en el tejido institucional, social y político de esta nación.
Muchos presidentes yanquis eran masones. Franklin Delano Roosevelt (también miembro del CFR), Harry Truman (grado 33 del rito escocés y CFR), JFK no era masón pero si CFR, Lyndon Johnson, masón y CFR. George Bush padre, masón, CFR, Skull and Bones y Comisión Trilateral, William Clinton, mason, Bieldeberg, CFR y Trilateral. Clinton en su juventud perteneció a la masónica Demolay y es miembro de la moderna Orden del Temple masónica. Al Gore, masón al igual que Hillary Clinton y Bilderberg. Desde Einsenhower todos los presidentes fueron Bilderberg.
Por ahora, Donald Trump no pertenece a ninguna corporación del grupo Rockefeller y no se integró porque tiene sus recursos propios.
De todas maneras todos ellos ejercen o ejercieron el control sobre el continente americano. En nombre de sectas secretas donde el poder es el común denominador han colonizado toda América. Con lo que esto significa, muerte, pobreza y una concentración de la riqueza solo para unos pocos.
En Centroamérica solo la Cuba de Fidel Castro pudo hacer frente al imperio, con las consecuencias ya conocidas. Un bloqueo económico impuesto por el bueno de JFK, el primero en arrojar armas químicas y el asesinado por el complejo industrial norteamericano. Venezuela corrió la misma suerte y la Argentina de Perón, Néstor y Cristina. Los tres últimos sufrieron el castigo imperial. Perón y Cristina con persecuciones judiciales, políticas y mediáticas y Néstor, ya muerto, sufrió los calificativos más oprobiosos. Además de tirar abajo sus monumentos.
Los Macri, Menem, De la Rua, Aramburu, Lanuse, Videla y demás siempre fueron felicitados por el sistema, todos ellos ajustaron y sacrificaron al pueblo pero se cuadraron ante el himno de barras y estrellas. Todos festejaron el 4 de julio en la embajada, todos traidores.
Ya tenemos una idea de quienes son y que quieren, por eso no debemos caer en la trampa de la pelea y la separación. Un conflicto en el Frente de Todos significará una Patricia Bullrich presidenta desde la plaza Lavalle, al mejor estilo Guaidó. Una vez más el país fue arrasado, una vez más el peronismo lo pondrá de pie pero hoy estará vigilado por el imperio en sociedad con sociedades secretas que pretenden nuestras riquezas, nuestros bancos y nuestra alegría.




