El reconocimiento a la embajadora de Guaidó: otro gesto desesperado de Macri en clave electoral

Por Margarita Pécora –
Ahora cuando los Medios comienzan a desmenuzar el mensaje del mandatario de Cambiemos en retirada durante el debate presidencial del pasado domingo, vale detenerse en su confirmación reconociendo a Elisa Trotta como la embajadora oficial de la República Bolivariana de Venezuela en la Argentina, designada por el presidente interino Juan Guaidó. Como parte de la escalada y cumpliendo los deberes dictados por el imperio, Macri instruyó al canciller Faurie que no renovara la permanencia legal en la Argentina, de los representantes del gobierno de Maduro. En contraste, Fernández ha afirmado “no quiero intervenir en Venezuela”.
Lo vimos a Macri-presidente en retirada- en el debate de Santa Fe, tirando patadas de ahogado en el terreno de la política diplomática, al confirmar su reconocimiento a la ciudadana venezolana-argentina Elisa Trotta, como embajadora oficial del gobierno interino del deslucido Juan Guaidó. Pero llama poderosamente la atención que, casi en paralelo, se produce su orden de retirada al personal diplomático venezolano en Argentina, y paradójicamente, Macri quiere mantener al suyo en tierra venezolana, levantando sospechas de complot diplomático a favor de asegurarse terreno durante una presunta acción para echar a Maduro del poder por la fuerza.
En contraposición, captamos la advertencia del candidato a presidente Alberto Fernández, sobre un posible intento de penetración armada de Argentina en Venezuela, y su firme postura al afirmar: “Yo quiero que los venezolanos resuelvan el problema; no quiero intervenir en Venezuela” junto a la sugerencia de que ningún soldado argentino debería participar en esa aventura.
Comunas dialogó tras una confusa reunión en el Congreso, con Elisa Trotta, la mimada venezolana por parte de Cambiemos, quien no pudo explicar la caída en la ofensiva de Guaidó contra Maduro, que le valió al rebelde sin causa , el enojo de la Casa Blanca y de los cipayos del Grupo de Lima que daban por contado que sacaría a Maduro.
Pero la escalada de Cambiemos en apoyo al empañado Juan Guaidó no se produce ahora, viene orquestándose hace rato. Incluso la reunión en la Sala de Honor de la Cámara de Diputados donde Trotta fue recibida con todos los honores por los diputados de Cambiemos, ocurrió hace unos meses donde se armó una suerte de cofradía, entre secretos y confabulaciones donde nos hicieron salir a los periodistas de la sala, y solo volver a entrar cuando terminara aquella trama conspirativa de apoyo a los disidentes del gobierno de Nicolás Maduro, y en particular de la joven venezolana, que al ser entrevistada por Comunas, se victimizó, recitando un libreto de ofensas y acusaciones contra el presidente de Venezuela.
Pero quién es Elisa Trotta
Debo agradecer a los colegas de Resumen Latinoamericano que aportaron el perfil de Elisa Trotta, mujer quien consiguió la doble nacionalidad argentino-venezolana, “reside en Argentina desde el año 2011, de profesión abogada, y es funcionaria de la gobernadora María Eugenia Vidal, siendo su directora de Asuntos Institucionales en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires. Es directiva del partido opositor Alianza por Venezuela, de dudosa financiación, siendo su función la de asesorar a venezolanos que quieran emigrar al país.
Hija de un argentino, preso político y ex militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores, exilado en 1975 y de madre venezolana con filiación comunista, ella se relacionó con la derecha conservadora por influencia de una tía”.
De semejante perfil, cabe deducir la enorme contradicción ideológica que sacude a Elisa Trotta al traicionar los ideales comunistas de su madre, y relacionarse con la derecha que hoy combate a su propio pueblo y es cómplice de las medidas de bloqueo económico y financiero del gobierno de Trump para derrotar y destituir a Nicolás Maduro, e instalar una presidencia títere en Venezuela con el objetivo de apoderarse fundamentalmente del petróleo y desmantelar también los acuerdos del ALBA.
Los estragos de la enemistad con Venezuela
Contrario a su cacareada consigna de colocar a la Argentina en el mundo, Macri declarado archi enemigo político de Venezuela y de su mandatario, nos enemistó también con ese mercado que supo ser uno de los destinos de mayor crecimiento de exportaciones argentinas en los “años K”.
En la década kirchnerista, las exportaciones a ese país crecieron fuertemente.Venezuela había comprado en los últimos años en Argentina (cuando fue un gran cliente argentino) diversos productos entre ellos el aceite de soja en bruto –llegó a ser el 8vo comprador en el mundo de este producto argentino-, la leche entera en polvo (llegó a ser el principal comprador en el mundo); y además maíz, carne bovina deshuesada (ha llegado a ser el tercer principal comprador de estos productos en el mundo para Argentina); vehículos para transporte de mercaderías -rubro en el que devino relevante comprador para Argentina después de los grandes mercados para estos bienes que son Brasil y México-, los tubos sin costura (que usa para la industria petrolera, y que hacen de Venezuela el tercer mercado en el mundo para estos productos), y autopartes.
Como es de notar, Macri no solo ha ejercido medidas arbitrarias desde el terreno diplomático para atacar al gobierno de Venezuela, también en conspiración con otros gobiernos títeres del imperialismo norteamericano, ha intentado violar el derecho inalienable del pueblo y gobierno venezolano de resolver sus propios problemas sin injerencia extranjera, y para colmo, ha destruido un mercado potencial para la economía argentina como es ese país caribeño.
Ahora quedan como signaturas pendientes para el nuevo gobierno, recomponer relaciones con la patria bolivariana, con ese mercado que fue activo y provechoso en la relación bilateral, y contribuir a la unidad latinoamericana contra el gigante de las siete leguas (EE.UU) que ya acumula un prontuario de agresiones contra los países sudamericanos en su intento desesperado por recuperar el “patio trasero” que una vez expolió.




