
El 27 de octubre parece no llegar más. Ese día se certificará el triunfo del peronismo a nivel nacional y provincial. La duda es la Capital Federal. Pero ya las cartas están echadas. Y los líderes políticos ya trabajan como tales, es decir, Alberto Fernández tiene postura de presidente, Macri cada día se parece más a De la Rúa y María Eugenia Vidal llena media plaza para despedirse de la gente en su querido Morón.
Alberto sigue recorriendo el mapa nacional con voz de pastor mientras el prescindente trata de calmar al pueblo, echando nafta al fuego . El hambre ocupó el centro de la opinión pública. Los acampes de izquierda ponen nerviosa a una derecha que va preparando la retirada.
Macri ya fue. Vidal ya fue. Y en el mientras tanto dejan una economía minada a punto de explotar. El Banco Central enfrentará la visión de Alberto con escasas divisas. Todos los índices económicos seguirán en forma negativa en diciembre y el peronismo tendrá que resolver uno por uno.
La derecha ocupó una tercer parte del tiempo que lo hizo el peronismo. Los k se despidieron de la gente entre aplausos y alegría, mientras que los integrantes del actual gobierno deben salir a la calle con custodia y autos blindados. La pregunta es, como enfrentarán a la gente el 11 de diciembre cuando deben salir sin policías ni estructura gubernamental.
“Macri está contando los días”, afirmó Alberto Fernández hace tres semanas. Es totalmente cierto. Macri sabe que lo suyo no tiene retorno. Había convocado hace unos días a Cabrera y Quintana para que elaboren un segundo mejor equipo de los últimos 50 años con vistas a su reelección. Una semana más tarde Mau tomó el teléfono y desactivó el trabajo de sus lugartenientes. Ya sabe que perdió.
Todo tiene un final, todo termina dice Vox Dei en su tema Presente y esto es todo para esta derecha rastrera, corrupta y sin contenido. Trazaron un plan de 12 años y no pudieron traspasar el primer gobierno. Tomaron un país con la mitad de inflación y sin deuda. Lo entregarán con el doble de inflación, deuda a 100 años y hambre.
Mucho hambre y una discusión vana. Discepolín dijo alguna vez: “el hambre de los otros es un espectáculo que siempre divierte a los que han comido”. Como se estará riendo Macri?, aunque pueblo piensa, el que ríe último, ríe mejor.
Mientras llega a su fin el peor gobierno de la historia, los militantes amarillos no saben cómo será el post macrismo. Por el momento, los dirigentes no hacen comentarios. Macri dijo que si era oposición él sería el líder pero de una manera constructiva.
Conjeturando podemos llegar a la siguiente conclusión. Macri se retira y tratará de negociar su libertad, los CEOS volverán a las empresas, y el resto se encolumnarán detrás de Larreta o Vidal.
Pero hasta que se organicen, el peronismo se mantendrá en el gobierno por lo menos ocho años.
Y a la espera de decisiones de importancia, los trabajadores y sectores de izquierda le toman la calle a un gobierno sin fé, que va rumbo a la disolución final. Por ahora Macri está en jaque, pronto llegará el mate.




