
El país tras la derrota amarilla no puede superar el caos. Argentina al igual que Paraguay, España e Italia no la pasan bien institucionalmente hablando. Claro que detrás de los gobiernos existe un poder invisible y este está integrado por las corporaciones trasnacionales.
La derecha donde se impuso tomó deuda y en el caso argentino si no obtiene una renegociación al estilo Néstor seguirá el camino griego, la ruina. Pero la instalación de la deuda es la trampa que tienden las corporaciones supranacionales para llevarse las riquezas de cada país.
Aram Aharonian en su obra “El asesinato de la verdad” dijo: “las corporaciones transnacionales invaden junto con los marines, para asegurarse la explotación de los recursos naturales ( en especial interesa el petróleo y el agua), la venta de armamentos y el alquiler de mercenarios, y usan los medios masivos de comunicación que controlan para difundir su mensaje único ( el del terrorismo). Y los países hegemónicos usan el espionaje cibernético a las conversaciones privadas de los líderes mundiales, lo cuál les da ventajas en la planificación estratégica. El soldado norteamericano Bradley Manning fue quien dejó en claro todos estos manejos al
entregar cientos de documentos clasificados a Wikileaks, sitio creado por el australiano Julian Assange”.
En una palabra todos, absolutamente todos, estamos controlados. Estados Unidos maneja el mundo cyber como nadie. ES más creó un programa ultra secreto, llamado PRISM, que permite interferir libremente las cuentas de correo electrónico, chats de voz y de texto, archivos compartidos, video, fotos, etc.
Cuenta Aharonian: “tras adquirir You Tube, con 130 millones de visitantes al mes solo en Estados Unidos, Google, que apuesta a que el video en internet va a acabar con la televisión, se apresta a difundir contenidos audiovisuales para su clientela de más de 1300 millones de usuarios que consumen unos 6000 millones de horas de video cada mes. En Estados Unidos, los 25 principales canales online de You Tube tienen más de un millón de visitantes únicos a la semana y captan mas jóvenes de entre 18 y 34 años que cualquier otro canal estadounidense de televisión por cable.
Estar informado no significa estar formado. Los medios hoy cumplen con su rol de desinformar, salvo honradas excepciones. Los trolls toman el carácter de fuente para algunos medios con lo cual no es fácil tener la información exacta.
A pesar de todo y por suerte estas elecciones tuvieron dos victorias. Una, la del Frente sobre Juntos por el cambio y la otra la verdad sobre la mentira. El trabajo troll no pudo rendir en un resultado a favor de la corriente amarilla. Las redes sociales fueron derrotadas por las heladeras vacías. Marcos Peña y sus redes tuvieron que rendirse. Durán Barba tomó su maleta y huyó. Macri sigue haciendo encuestas con sus redes donde gana 100 a cero. La trampa pensada e ideada no pudo concretarse. Otra vez las mayorías eligieron, en estas paso, dirigentes nacionales y populares. Esta vez , el tiro fue para el lado de la justicia y las redes se enredaron. La trampa, la impunidad y la mentira cayeron por toda la cuenta.




