No puede ser que niñas críen niños. ¿Es ENIA la salvación?

Por Margarita Pécora B.-
Cuando llegó a nuestras manos el Informe de Gestión del Plan ENIA (Embarazo No Intencional en la Adolescencia) presentado ayer en el Congreso de la nación, en una reunión bicameral informativa que contó con la participación de funcionarios nacionales y provinciales, la mente voló en busca de una frase acuñada por un famoso obstetra norteamericano que al titular su artículo “Niñas que crían niños”, prendió la alerta mundial por la alarmante cifra de niñas adolescentes que hoy en día se convierten en madres.
Obsceno, salvaje, contranatural, abusivo, injusto, son muchos de los calificativos que recibe esta dura realidad que golpea por igual a la Argentina, y se agrava ante la inexistencia de una Ley que permita el aborto legal, y de una política educativa de Educación Sexual que se implemente con firmeza y no con dudas, resistencia y tabúes.
El cuerpo de una niña no está preparado ni física ni síquicamente para la gestación y mucho menos para la crianza de un bebé, no solo por la extraordinaria demanda que se produce a raíz del parto, sino la enorme responsabilidad que ello entraña mantener con vida y salud a ambas criaturas, porque eso son en todo caso, madre e hijo(a). Sobre este tema abundan los argumentos científicos que lo corroboran.
Por eso concordamos con el criterio expuesto por la senadora del PJ, Norma Durango en el sentido de que “el embarazo adolescente pone de relieve la falta de acceso a servicios para ejercer los derechos sexuales y reproductivos, y es un freno para que las adolescentes puedan insertarse en el sistema educativo”.
Pero esta es solo una arista del problema. Al menos nos trajo algo de esperanza el informe que ofreció Silvina Ramos, coordinadora técnica del Plan ENIA, quien relató las estrategias implementadas a partir de la política pública que consiste en fortalecer el programa de la Educación Sexual Integral, crear asesorías en las escuelas y en la comunidad y consejerías en centros de salud, generar acceso efectivo a métodos anticonceptivos y patrocinio jurídico gratuito para adolescentes que hayan sido abusadas.
Mencionó que “más de 10400 docentes fueron capacitados a través del Plan ENIA, lo que implica un 80% de la meta que el plan se había propuesto”, y hay 1300 escuelas que, a través de la ESI, fortalecen el contenido educativo sobre métodos anticonceptivos. El Plan alcanzó además a más de 50 mil adolescentes que se acercaron a asesorías en salud integral y más de 30 mil adolescentes que fueron asesorados en las consejerías.
Otro paso alentador fue la firma de un convenio de cooperación conjunta de la Comisión Bicameral, con la Secretaría nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, para el seguimiento sistematizado del Plan ENIA, frente a lo cual se mostró optimista Gabriel Castelli, secretario nacional de Niñez, Adolescencia y Familia quien señaló que “hemos avanzado en una política pública tan necesaria para nuestro país, parece mentira que no la hayamos aplicado hace 30 años”.
El secretario de Niñez dijo también que “el embarazo adolescente es uno de los graves problemas sociales que enfrenta nuestro país” e hizo hincapié en la coordinación entre Nación y provincias, remarcando que en 12 provincias se firmaron acuerdos inter-ministeriales.




