
Las principales empresas y corporaciones que operan en Wall Street tienen como principal
fuente de financiamiento el lavado de dinero. En Argentina observamos esa maniobra en la
venta de jugadores y en operaciones económicas-políticas a cargo del gobierno de ocupación
de Mauricio Macri.
El concepto lavado también lo pronunciamos cuando no entendemos porque la sociedad vota
lo que vota, cuando no reacciona o cuando permanece impávida ante su disolución. Aquí
hablamos de lavado de cerebro.
El lavado de cerebro depende de la ignorancia de las víctimas y hoy sirve para la
desintegración de la economía mundial. La primera aplicación masiva de la sicología como
arma consciente tuvo lugar en la Alemania nazi, concretamente en la eugenesia, que se basó
en las retrógradas fantasías “arias” y se impuso a una parte de la población. Si bien la causa y
el desarrollo de la carnicería nazi tuvieron su origen en el desmoronamiento de la economía
mundial, su forma concreta, la eugenesia, fue ideada por los teóricos y los técnicos preferidos
de los nazis, los siquiatras.
Daniel Estulin en su libro “ El Instituto Tavistok” dijo: “ desde el gran fraude del petróleo y el
lavado de cerebros al estilo de la CIA, las ciencias de la sicología vienen siguiendo la ruta
inicialmente dibujada en 1945 por el Dr. John Rawlins Rees, maestro de la guerra sicológica
contra la insurgencia, en su libro “La transformación de la siquiatría a través de la guerra”.
Reeds pedía que se creasen tropas de choque, es decir, grupos de siquiatras que desarrollaran
métodos de control político que empujaran a la mayor parte de la población hacia la sicosis,
empleando procedimientos de los llamados programas de modificación de la conducta.
Proponía dicha medida para que la población se volviera sumisa al orden económico
internacional que seguiría a la segunda guerra mundial”.
Lo que explica el autor ruso pasó. La pregunta que nos resta es no encuentra similitud entre lo
mencionado y la actualidad política.
Hoy el gobierno de ocupación desintegra la economía paso a paso. Por un lado el ejecutivo, la
justicia, el legislativo actúan en tándem con los medios dominantes. Por otro lado, una
segunda línea conformada por miembros de la justicia y el deporte como Stornelli-Angelici-
Bragarnik también apoyándose en los medios cierran el eje del mal. En el principio y en el final
el Gebbels del siglo 21 o sea Duran Barba.
La derecha en conjunto con las fuerzas de choque y las tropas de asalto manejadas por alguien
que conoce y sabe que es el lavado de cerebro, mientras su jefe se encarga del lavado de
dinero.
Uno se puede equivocar pero si la fundamentación está errada alguien puede explicar porque
la gente no reacciona ante la disolución nacional y porque la sociedad acepta mansa y
tranquila el empobrecimiento para la entrega total. Estamos dormidos, solemos decir. No es
así, las redes sociales más la televisión actúan como elementos de control previo paso al lavado.
Y en lo económico se puede explicar el aumento de los patrimonios de los miembros
del gabinete incluido un tal Tévez que antes era el apache o hoy es el cabo del general Custer.