Arturo Jauretche en la década del 50 hablaba de las crisis inventadas. Pensamiento en el que
coincidían la mayoría de los pensadores nacionales, incluso Raúl Prebish en su estadía en la
CEPAL bajo el gobierno de Perón.
La Argentina hoy vive una terrible crisis, pero inventada. Cristina Fernández dejó el gobierno el
9 de diciembre del 2015 con un Banco Central, según Clarín, funcionando y con reservas. A
pesar de que Mirta Legrand insistía “que no había un peso”. Mientras Cristina dejaba la
economía funcionando con el aspecto social atendiendo a la mayoría de los argentinos,
Mauricio Macri cesaba en el gobierno de la Ciudad triplicando la deuda y en dólares, con
préstamos al Fondo que no fueron saldados.
Mientras la alegría gobernaba, la Argentina era ejemplo para los premios Nobel de economía y
para la Europa Latina. Sin embargo Macri se hizo cargo del gobierno, del poder, de la mentira y
de la trampa e inventó una crisis para la entrega total.
Hoy se observa un país que vive en estado vigilante. Funcionarios, sin motivo alguno, presos,
otros desfilando por Comodoro Py y un pueblo totalmente triste y empobrecido.
La frase más pronunciada por la tilinguería argentina es “se dobaron todo”. Pero claro, lo dice
un tilingo, que habla pero no piensa. Y no piensa porque no le conviene y tampoco sabe.
Haciendo un repaso a las causas que lleva la justicia contra la ex presidente ningún ser
pensante puede justificar la crisis actual.
El país no puede estar al borde la hiperinflación por que Cristina supuestamente alquiló un
hotel, o algunas habitaciones, las cobró y no las ocupó. La causa es Hotesur y la acusación es
lavado de dinero. El país no puede estar en llamas por la causa dólar futuro, acción
gubernamental que Macri se aburrió de practicarla. La pobreza no pudo haber aumentado
porque López, en una de seis versiones que hace responsable a Cristina, se llevó ocho millones
de dólares, cuando solo una compra de dólares para que la moneda no suba se utilizan y
gastan 300 o 400 millones.
La clase media no dejó de consumir porque Boudou realizó un tráfico de influencias, ni siquiera
se puede hablar de “se llevaron un PBI, dos PBI, o un 7 por ciento de un PBI”, frase
pronunciada por diferentes militantes amarillos que no tienen idea de lo que es y lo que vale
un PBI.
La frase “se dobaron todo” debe tener un vencimiento, y debe ser suplida por “nos saquean a
diario”. La gran diferencia es que el robo sistemático y diario del actual gobierno no solo se
puede fundamentar y justificar sino que se puede visibilizar. Pagarle a una empresa de gas
porque pierde plata, en 24 cuotas y por decreto presidencial es robo, acá y en la China.
Realizar corridas cambiarias para devaluar la moneda, licuar los salarios, generar inflación y
congelar salarios, usted como le dice?, en el barrio le decimos robo a mano armada.
Llegar a la estanflación, secar la calle para generar más pobreza como lo denomina usted?
Mentir a diario con observaciones climatológicas para justificar el fracaso económico y la
entrega total, eso se debería llamar “se doban todo”. Llevarle oro a Inglaterra, sacarle fotos y
editarlo en Clarín es la síntesis del robo de la derecha en su formato amarillo. Cobrar el 2 por
ciento de cada pedido de deuda y hacer caja en forma personal no es un acto de gobierno es
tomarte por idiota y encima trasladar la culpa a otro gobierno ya parece de película, pero de
terror.
Cambiemos seguirá ocupando los medios repitiendo “se dobaron todo” y el tilingo le seguirá
creyendo y los votará. Por eso, si la máquina de picar tilingos y otarios la dejamos por las calles
porteñas solo lograremos romper la máquina, por tanto tonto picado.
