
Argentina vive hoy bajo el mando de un gobierno de ocupación cuya tarea que cumple a la perfección es el empobrecimiento de la población y la fragmentación social. El sicario en estos lares se llama Mauricio Macri, que es Blanco Villegas.
La misma situación se vive en Brasil con un presidente títere que no pasa el 10 por ciento de intención de voto. El líder brasilero es Lula y el sistema lo mantiene detenido en forma injusta. En Paraguay y Chile también gobierna la oligarquía. En Uruguay, un gobierno popular que de a poco va cediendo poder. En Bolivia resiste Evo Morales. En Ecuador, el traidor tiene nombre y apellido Lenin Moreno. Toda Centroamérica cada vez se quiere parecer más a Haití, pobre e ignorante. La excepción es Cuba. En resumen la matriz que rige Argentina se repite en casi todo el continente.
Lo raro es que la Europa de Macron, la España de Sanchez e Italia pasan por una realidad muy parecida a la americana y el virus del ajuste se sigue propalando con las mismas consecuencias: empobrecimiento y fragmentación social.
Cuenta Daniel Estulin en su obra “Fuera de Control” que: “a principios de los años 90 se tomó la decisión de retirar capital de los países del G7 y reinvertirlo a escala global, de forma tal que, en última instancia, los intereses financieros pudieran reafirmar el dominio de todo el planeta. Se trataba del denominado golpe de estado financiero. Lo que vemos que sucede a nivel mundial con Rusia, China y Oriente medio forma parte de la contienda que determinará si Occidente, basado en la hegemonía del petrodólar, consolidará su modelo financiero o no”.
Ahora bien, todo esto tiene un origen y el principio fundamental del modelo mundial del petrodólar es permitir que los países occidentales, liderados por los Estados Unidos, vivan a expensas del trabajo y de los recursos de otros países basados en el papel de la moneda norteamericana que domina el sistema monetario internacional, que se entienda el dólar es el principal acumulador de activos y no tiene sentido cambiarlo por otro activo.
En este contexto el mundo no es el mismo que hace 40 , 30 o 10 años, todo ha cambiado y hoy vemos al nuevo orden imponerse de la mano de las corporaciones supranacionales. En la primera década del siglo XXI, el coronel general Leonid Ivashov, ex jefe del departamento de Cooperación militar internacional del ministerio de defensa de la Federación Rusa declaró:” la fuerza impulsora que subyace a estas operaciones terroristas no son provocaciones de Siria o Irán, ni Hezbolá, ni siquiera Israel. Más bien la pieza clave es la oligarquía financiera mundial que trabaja para cambiar la organización política, económica y social de la comunidad global”.
A estas afirmaciones le podemos sumar las de Daniel Estulin, quien dijo “entre los objetivos de la oligarquía financiera mundial está destruir el sistema de Estado -Nación de Westfalia en aras de favorecer una dictadura global”.
Y así se viene haciendo desde la guerra de los seis días en adelante por situar un origen, sin olvidarnos de Oriente medio y la Primavera árabe.. En concreto ya hemos vistos como países de clase media con riquezas minerales donde el petróleo y el gas son abundantes fueron totalmente destruidos. Irak, Irán, Siria, Libia, Túnez, Egipto entre otros sufrieron la derrota bélica y el saqueo de sus riquezas y activos.
España y América Latina han sacado número y ya les toca el turno. Argentina, Brasil y Ecuador pasan por un momento político similar al de Siria en un primer momento. No hay un conflicto bélico pero si una fragmentación social, mas el totalitarismo de la justicia y los medios dominantes hacen del presidente un títere con ansias fascistas y de pertenencia al imperio. Petróleo , litio y agua son las riquezas que la oligarquía financiera persigue. En Brasil, petróleo, caucho, grafeno y agua y en el resto de América, minerales.
En España, la independencia de Cataluña siempre es noticia. El nuevo orden apoya a Cataluña, específicamente George Soros ha financiado a los independentistas. Quizás la gente crea que Soros es hincha del Barcelona o fanático de Serrat, nada de eso. El magnate tiene firmado licencias para extraer petróleo de una Cataluña libre, 11 mil kilómetros cuadrados de pozos petroleros, o sea 100 canchas de fútbol del oro negro. Se terminó la época de capitalismo, comunismo, ni siquiera el rival es el terrorismo, la tragedia que nos lleva al fin del mundo es el nuevo orden que pretenden las oligarquía financiera mundial alias corporación supranacional.




