
El modelo neoliberal impulsado por el presidente Macri está haciendo estragos en la población argentina. Desde diciembre del 2015 a la fecha, los medios dominantes difunden el accionar de un gobierno que brinda solo malas noticias para las mayorías.
La desocupación, el riesgo país, la suba del dólar sin cesar, la timba financiera, el aumento de la nafta en forma mensual, las tarifas por las nubes, los alimentos fuera del alcance de la clase trabajadora, los programas sociales sin cumplir, los remedios que deben pagar los jubilados, el aumento de la inseguridad, la suba de suicidios, la caída de PYMES, la privatización de empresas públicas, el exilio obligado de profesionales sin futuro en su patria, la baja de la cultura, la deuda eterna y externa, los presos políticos y la instalación de la injusticia para beneplácito de la oligarquía nacional es la síntesis de un gobierno perverso, endeudador y entreguista.
El FMI conduciendo la economía argentina cedida por un el mejor equipo de los últimos 50 años mas la política manejada por la embajada norteamericana con el auxilio de los servicios de inteligencia extranjeros son el resumen de un círculo rojo que tiene como cara visible a Mauricio, que es Macri y como objetivo el empobrecimiento de un país para iniciar una recolonización.
Un economía sin ton ni son con internas constantes en el gabinete motivaron el recurso del gobierno de entregar el manejo de la economía al FMI. Esa corporación que Perón había rechazado en 1951 después de los acuerdos de Bretton Woods por ser una herramienta de dominación capitalista. Perón había graficado con el corte de sus manos antes de sellar un acuerdo con el fondo y endeudar al país. “Es hijo putativo del imperialismo”, dijo el general. El mismo que 13 años después de su muerte sufría el corte de sus manos.
Hoy como en los 90 se presentan en shows diarios y en el prime time las consultoras, el Banco Mundial, el FMI por un lado. Por el otro, las corporaciones con lobby en la embajada y mediante un juego de pinzas aprietan, endeudan, exprimen y saquean a una nación para determinar que el rango de colonia sea el adecuado para este territorio ubicado al sur de Bolivia.
Jorge Rachid en su libro “Sin Mordaza” escribe:” el macrismo crea un galimatías perfecto, origina una crisis, necesaria para un ajuste planificado, y mediante una expresión contrafáctica culpa a la historia de haberla causado. Es así que hemos llegado a esta situación, al haber liberado las cadenas de la opresión del estado, los empresarios llamados nacionales, que tienen en el exterior más de 200 mil millones de dólares no declarados, incluido el presidente y sus ministros, vacían el mercado local, usufructuando gracias a los precios que reciben por sus exportaciones, mientras los empresarios más pequeños comienzan a cerrar sus plantas productoras, importando con dumping social lo que antes producían con trabajoargentino. Las consecuencias ya las conocemos: desocupación y exclusión social”.
Mientras la pobreza haces estragos en los hogares argentinos este gobierno entreguista más sus aliados radicales consolidan un mensaje que solo contagia tristeza y una falsa esperanza que lleva a la desmoralización de todo un pueblo.
En medio de un riesgo país que aumenta a diario al igual que el dólar y la desazón encontramos a colaboracionistas de los servicios de inteligencia norteamericano y judío como lo son Elisa Carrió y Patricia Bullrich elaborando operaciones mediáticas para conformar a la clase media con altisonantes frases propias de gobiernos fascistas. Frases reiteradas, sin contenido y mentirosas tratan de conformar a una clase media a punto de desaparecer.
Mientras la obesa diputada se instala en los medios del grupo Clarín acusando y denunciando a todo aquel que descrea del amarillo color pro todos los índices económicos del gobierno son negativos para las mayorías pero provocan una sonrisa en la oligarquía.
La caída de las PYMES, el saqueo por parte del Grupo Clarín con sus fusiones monopólicas, los alimentos encarecidos a gusto del campo argentino, el aumento constante de tarifas, nafta y la baja del costo laboral para mimar a los amigos de Mau mas la represión a gusto de la Pato y de la perversión presidencial trazan el panorama de una Argentina que 3 años atrás daba señales de nación.
Los años de plomo y la oscura noche en la Argentina fue el proceso militar de 1976, autores del llamado antiproyecto, es decir, el sembrar el caos institucional para la entrega total. En los años K el proyecto nacional se impuso. Hoy, la patria está en peligro. Vuelve el antiproyecto. La noche ya pasó, hoy se vive una pesadilla.




