Jannah Theme License is not validated, Go to the theme options page to validate the license, You need a single license for each domain name.
Opinión

El jugador número 12

Por Matias Russo

Como si fuese un emblema del fútbol, se anunció que pese a su lesión en la espalda Mauricio Macri había podido jugar en la quinta de Olivos. Una dolencia provocada por otra irresponsabilidad del Presidente de la Nación: jugar al paddle con la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en el retiro espiritual que compartieron en Chapadmalal.

El pasado viernes Macri se había retirado del cumpleaños de Mirtha Legrand recostado sobre el asiento trasero de una camioneta, tomándose la cara, como gesto de dolor de futbolista que se lesionó y sabe que está en duda para su próximo partido. Los medios que blindan a Mauricio no dejan de protegerlo hasta en estas cuestiones más insólitas y que deberían generar vergüenza ajena. Pese a su lesión Macri estuvo presente en el torneo de fútbol que se juega todos los domingos en la quinta de Olivos, y no solo que jugó, sino que metió la asistencia para el gol del triunfo de su equipo.

La noticia sale a la luz por Sebastián Neuspiller de la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación que  publicó en su Twitter la anécdota de este fin de semana con el Presidente. Mauricio Macri se cree jugador de fútbol, declara como tal, con la pobreza en el vocabulario de la mayoría de los futbolistas y con un análisis de la realidad pasado por casete.

Como mandatario se da el lujo de usar la 10, por dentro pensará que es Carlitos o Juan Román Riquelme, por fuera la realidad es que es como ese nene solitario pero de familia con plata que para tratar de ganar amistades presta su pelota de marca a los chicos con la condición de jugar con ellos. Nadie lo marca, lo dejan meter pases filtrados y goles de media distancia, todos le perdonan que haga mal los laterales o que se tropiece entre sus piernas torpes.

Un Presidente que utiliza su tiempo de ocio para su pasión no tiene nada de malo, incluso no debería haber reproche en cuanto a que lo dejen manejar los hilos de ese equipo de amigos. Lo malo es que Mauricio Macri se lo crea y le muestre a Xi Jinping un video de un gol de tiro libre que hizo jugando con sus compañeros y que él mismo declare que el presidente chino lo había comparado con Messi.

O que cuando se reunió con Angela Merkel o Vladimir Putin haga chistes de fútbol para intentar romper el hielo, algo que nunca resulta pero él siempre lo repite. O peor aún que juegue un partido en Jujuy cuando las inundaciones castigan a Tucumán y Salta, dejando un saldo de más de 60 mil damnificados, y que el título de la nota sea que Macri jugó en la altura…

Del retiro espiritual en Chapadmalal salió la frase del Presidente: “una sociedad con valores de hincha de fútbol no tiene futuro” ¿Qué quiso decir Macri? El hincha de fútbol es pasional, afectivo, disfruta de ver al equipo en familia y con amigos, se abraza incluso con extraños para festejar, aunque también a veces es irracional y ello puede provocar actitudes violentas; una violencia que se engendró desde la dirigencia de los clubes de fútbol más importantes, una dirigencia que avaló y otorgó el negocio de la droga, de los trapitos, de ver al deporte más popular solo como un negocio, y Mauricio Macri se tiene que hacer cargo porque él fue y sigue siendo responsable de cómo se maneja Boca.

¿Ahora se la agarra con los hinchas por los cantos en su contra?

All Boys, San Lorenzo, River, Lanús, Independiente, Racing, Huracán…probablemente muchos hinchas estén enojados por el manejo de la AFA y del arbitraje y vinculen la bronca al fanatismo del Presidente con Boca. El propio Macri ha manifestado que le fue más difícil administrar al Xeneize que ser Jefe de Estado.

Históricamente el vínculo del Estado con el fútbol ha sido un factor a tener en cuente para el manejo de las masas, no solo como negocio, sino como una suerte de termómetro social. ¿Se imaginan cuántos problemas se taparían si Messi levanta la copa del mundo en Rusia? Por las dudas Macri ya avisó que va a estar en algunos partidos del seleccionado.

Ahora parece que el fútbol le está jugando en contra al Presidente y ahí apunta su desprecio por los hinchas, una vez más el desprecio hacia lo popular. “Una sociedad con valores de hincha de fútbol no tiene futuro”, ¿Y un presidente que justifica su puesto en el gobierno por sus logros obtenidos en el club que administró? Yo no quiero un electorado que vote a candidatos por su fanatismo por un club de fútbol, tampoco quiero un presidente que se tome un mes de vacaciones y en el medio se lesione por jugar al paddle con la Ministra de Seguridad o que juegue al fútbol todos los fines de semana y que le reclame a los docentes presentismo y calidad educativa, a los laburantes trabajar hasta sábado y domingo…Cuidado Macri. Hay un límite que rompiste y puede no haber vuelta atrás.

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba