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Negros y vagos

Por Gabriel Princip

Otro golpe de estado acaba de llevarse a cabo. Brasil sigue a Paraguay, Honduras y está al caer Venezuela. Bolivia y Ecuador en camino de cumplir el mismo objetivo y este es instalar la derecha en todo el continente para que la patria grande se subordine al imperio.

Macri cumplió con su parte. Y como buen alumno sigue al pie de la letra los dictados del círculo rojo. El día del trabajador aprovechó el escenario de su amigo Luis Barrionuevo para quejarse. 600 gastronómicos escucharon de boca de Mauricio lo siguiente: “El ausentismo, el no cumplir con el trabajo o el abuso de las licencias nos perjudican a todos”.

Nadie entendía porque lo decía, Macri sí. La reforma laboral está a la vuelta de la esquina. El 22 de agosto siguió insistiendo. “No hay que forzar ausentismos” o “poner palos en las ruedas” dos frases más para visibilizar el tema. Una semana más tarde el turno fue de la  embotelladora Manaos, allí Macri dijo: “Nos cuesta creer que los gremios decidan caer en paros, que lo único que hacen  es afectar ese compromiso de crearles herramientas a nuestros chicos”, en referencia a los maestros.

Por su parte, el Observatorio Social de la CTA realizó un informe cuestionando las declaraciones de Macri. El mismo señala que “las ausencias imputables a los trabajadores se encuentran en niveles muy marginales”. La CTA dijo que las ausencias por estas razones en el periodo 2013-2015 llegó al 0, 66 por ciento, es decir, 1 de cada 151 trabajadores.

Después de la década K, con amplio triunfo para los trabajadores el círculo rojo tramó la venganza. El primer paso lo dio y Macri fue presidente. Ahora está sentenciando a un largo malestar social a jubilados, maestros, trabajadores y cuanto habitante halla en el territorio argentino que no pertenezca a la clase alta.

La reforma laboral era tarea de la alianza. Se postergó y hoy es el deber pendiente. Norberto Galasso en sus comentarios en Polémicas de Arturo Jauretche escribió lo siguiente: “Sintomáticamente, cada vez que la oligarquía contempla temerosa el avance popular y avizora el fin de sus privilegios, el aparato ideológico que maneja acentúa la difusión de slogans y zonceras anti obreras que, lamentablemente, prenden con mayor o menor intensidad en los sectores medios. De esta manera, la clase dominante quiebra el frente nacional y desplaza a importantes sectores de clase media hacia su vereda política, alejándolos de los trabajadores. Algunas veces ha recurrido para ello a la difusión de falsos informes acerca del “ausentismo obrero”, que empalman como anillo al dedo con la concepción del comerciante o el profesional que culpa del estado calamitoso del país a “los negros que no quieren trabajar”. Otras veces, el argumento se centra en los abusivos privilegios de los delegados, los inconvenientes que generan las huelgas o la deformación que significaría un poder sindical partidista. En todos los casos, ese pequeño burgués que poco o nada produce realmente, más que papeles, charlas, contactos en fin, “trabajos de portafolio”, asume esas versiones lanzadas por la oligarquía creyendo que así se eleva su status social y pone distancia con respecto  a “ la guaranguería”, “la ignorancia”  y los rostros “ achinados” de los laburantes. Su inconciencia política es tal que no comprende que su actitud-al quebrar el frente nacional anti oligárquico-la convierte en principal responsable del atraso histórico del país y que mientras ella, en la mesa del café perorando contra los trabajadores, frustra su propio destino, la vieja oligarquía se sobrevive desde hace años, enfeudada al extranjero, en el mayor de los ocios y desdeñando olímpicamente no tanto a los obreros, a los cuales teme, sino precisamente a esos hombres pseudo cultos, de clase media, que tiene políticamente a su servicio.

La reforma laboral que está en curso es otro pedido del FMI, donde estaciona el auto del fondo y te  deja entrar para que compartas un viaje sin destino la bajada de bandera es ajuste más reforma laboral y aumentó en la edad jubilatoria. En España está en proceso, en Francia también con los conflictos de tono policial, que a veces te dejan espiar los medios dominantes.

Hoy se ataca el consumo para que baje. La política económica persigue una inflación baja que determine una gran recesión y una baja en el consumo. En 1959 Frondizi llegó a un acuerdo con el FMI y la historia fue similar.

Ayer, hoy y mañana se habla de los vagos, de los negros, de las huelgas y siempre se termina en lo mismo, eliminar el derecho a huelga como se pidió en el gobierno de Frondizi y como se llevo a cabo en cada dictadura, y hablar de los que producen y aquellos que no transpiran y no producen.

Arturo Jauretche en Barajar y dar de nuevo escribió: “Hágase una estadística, un inventario de toda la gente que pulula por todos los escritorios de Buenos Aires, de los que llenan las calles de la City  a la hora del trajin comercial, de los que llenan las confiterías, las boites y los cines, ellos y sus familias, y averígüese cuantos, que porcentaje de esa multitud innumerable, bien vestida, bien alimentada y bien divertida, contribuye al incremento de nuestra producción, en el campo de la producción directa, de la técnica, de la distribución de los bienes o del pensamiento creador. Se constatara que la gran mayoría está constituida por comisionistas, intermediarios, en una serie increíble de intermediaciones, ganchos que enganchan con negocios de otros ganchos que a veces están a distancias astronómicas de los que producen o de los que consumen. Acérquese usted a uno de sus escritorios, a la mesa de uno de los restaurantes o de los bares en que se reúnen y  los oirá a todos, coincidir en que el obrero no produce y que hay que tomar medidas para hacerlo producir, mientras negocian cosas que no han producido y en cuya distribución efectiva no intervienen.

Pregunte ahora usted quien produce lo que se produce, poco o mucho, y fatalmente llegará usted a la conclusión de que los únicos productores son precisamente los obreros, los industriales de verdad, los comerciantes de verdad, en una palabra, todos los que están ajustados a la disciplina diaria y normal de trabajo y que, por lo mismo no tienen tiempo para asistir a esas reuniones donde los vagos pontifican sobre si los que trabajan son o no trabajadores”.

La administración Macri eligió a quien representar. El círculo rojo y sus amigos son los beneficiados por el actual modelo. Las capas medias y bajas deben pagar por las vacaciones que se tomaron en la década K. El militante de clase media seguirá siendo funcional al gobierno echándole la culpa a Cristina de la miseria actual y el modelo cambiará cuando el pueblo comprenda que el bienestar y consumo volverá con aquellos cuya propuestas sean fortificar el mercado interno con políticas públicas y con el trabajador como protagonista. Macri no desea reelegirse pero el plan seguirá. Ya sabemos lo que es el ajuste y todo aquel que en nombre de la transparencia hambree al pueblo. El bienestar se logra con trabajo y solidaridad.  El combate a las mayorías sólo beneficia a la oligarquía.

 

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