Por Simón Radowitsky.
Si Arturo Jauretche estuviese vivo sacaría un libro por semana gracias a las frases mentirosas, sin contenido y zonzas del actual presidente. Sigamos ejemplificando aquellos sujetos y predicados amarillos que aparecen en los medios dominantes como verdad revelada y, para ser fino, son zonceras.
“Sueño con un país que no miente, que te cuida, en el que la gente no se rinde, que crece y ayuda a crecer”, dijo Macri.
Respecto a la mentira, el presidente es un mentiroso serial. El fútbol será gratis, ya no lo es. No devaluaremos, no perseguiremos….En fin. Llegó el cambio para mejor (sic). No habrá despidos…y todos los días una nueva mentira coronado con la frase que dijo ante empresarios: “Si hubiera dicho la verdad no hubiera ganado las elecciones y me hubieran internado”.
Con respecto a que la gente no se rinde, ahí tiene razón y se prueba con las marchas en su contra. El crecimiento, te lo debo.
“Este gobierno va a combatir la corrupción, seré implacable”. Sin duda, las operaciones de inteligencia con la prestación de los medios dominantes muestran la realización de esta frase, el problema es que nada es probado y quizás resulte todo mentira. Y con respecto a su equipo, Macri se olvidó de Aranguren y sus negocios, de Prat Gay y sus comisiones y también de los papeles de Panamá con él, Grindetti y una decena de legisladores.
Quizás las zonceras más grandiosas, ya con la idea de llegar a la estupidez del siglo XXI, fueron los axiomas de campaña. La unión de los argentinos y pobreza cero.
Cinco millones de nuevos pobres y en alza contestan a la pobreza cero. La unión de los argentinos es casi imposible con la persecución ideológica, con Carrió, Stolbizer y la policía deteniendo a una madre que amamanta o a un jubilado que porta un cartel crítico en un tren. Pretender ocultar una mala economía o un plan entreguista con primeras planas y alcahuetes disfrazados de periodistas que mienten a diestra y siniestra agranda la zoncera y genera otras.
Otra zoncera de campaña fue cuando el amigo de Nicolás Caputo dijo: “para salir de la pobreza necesitamos más fuentes de trabajo y menos inflación, esa será nuestra obsesión”.
De más está decir que el modelo financiero que emplea el gobierno solo genera pobreza, hambre y desolación. De hecho, en ocho meses ya estamos en 250 mil desocupados, o sea, un millón de personas que pronto serán pobres. El empleo que se crea es para chicos y con sueldos menores al mínimo. Las paritarias en general no pasaron el 38 por ciento y la inflación proyectada a diciembre trepará al 50 por ciento. O sea la obsesión, te la debo.