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Chupamedias

Por Gabriel Princip

“Los que nos piden un paro son aquellos que les chupaban las medias a los k”, sentenció Hugo Moyano en el final de la semana anterior. También dijo que el sindicalismo fijará el momento oportuno para realizar una medida de fuerza. En sintonía, el resto de los líderes de las otras centrales obreras- con diferentes excusas- dijeron lo mismo que el camionero.

Si se lo consulta a Barrionuevo seguramente estará esperando que asuma Cristina Fernández para tomar una medida contra el gobierno, pues Luisito solo hace paros a los gobiernos peronistas. Antonio Caló en forma más moderada también se llamó a silencio. Solo declaró que están ocupados en reuniones asambleístas y congresos de trabajadores, o sea, burocracia 100 por 100.

Las centrales ubicadas a la izquierda no llegarán al paro pero al menos se movilizarán. Entonces, nos quedan varios interrogantes para preguntarles a los que inventaron el 1 de mayo.

Sin sarcasmo y con fina ironía le preguntaría a Moyano y a Barrionuevo, en que época de sus vidas fueron peronistas. Luisito, recontra alcahuete de la derecha, permite hoy que aumente la desocupación en gastronómicos sin decir esta boca es mía. Un restaurante por día cierra en la Capital Federal. En tiempos menemistas la idea era parecida y tampoco supo defender a sus trabajadores, a Menem sí. Ahora bien, cualquier día es el momento para mandar a sus muchachos a extorsionar trabajadores de otro rubro para incorporarlos a su gremio, lo mismo Luisito. Yasky, Micheli y Caló son más presentables pero siguen siendo funcionales al Duo Pardepe.

Ya no están Ubaldini, Rucci, Lorenzo Miguel, Alonso, Coria o Vandor. Algunos no eran lo deseado pero no llegaron al extremo burócrata de estas figuras del movimiento obrero del siglo XXI.

Moyano está ocupado en la AFA y no tiene tiempo para los trabajadores. Barrionuevo pierde mucho tiempo en ver a su esposa por televisión y los otros tres no saben dónde ubicarse. Hoy el trabajador pasa por su peor momento en los últimos 15 años. No sabe dónde buscar refugio y sus dirigentes miran para arriba. Él sabe que Macri no lo incluye en su vida pero no entiende porque su líder obrero coincide con el presidente.

Ser burócrata tiene sus beneficios, acuerdan con el poder, utilizan a la prensa para insólitas provocaciones y los fines de semana hablan del hambre en su mesa extensa en el country respectivo. La burocracia manda y uno apostaría a que no saben el significado de la palabra, si lo supieran  estarían más activos.

Burocracia significa el gobierno de los escritorios, o sea, un mueble te manda. Hoy el líder gremial abandonó la lucha, por lo tanto, ya no es necesario. No le hacen falta al pueblo líderes del mundo del trabajo ricos, empresarios o presidentes de clubes de futbol; menos le hacen falta cachivaches que regalan joyas a conductoras televisivas en vivo y en directo. No hacen falta sindicalistas recontra alcahuetes y menos aún gremialistas temerosos. Hoy el trabajador necesita un conductor, un luchador, alguien que entienda que el ajuste representa la muerte y el tiempo se agota. Los trabajadores no cuentan con el mismo patrimonio de sus dirigentes por lo tanto necesitan soluciones en forma rápida y concreta. Estamos en el momento para la lucha y lo que menos hace falta son sindicalistas con ropa de gremialistas y cuentas bancarias de empresarios.

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