Hasta el 31 de diciembre, la pérdida del poder adquisitivo trepó al 38 por ciento, en marzo con los aumentos de tarifas se elevará al 50 por ciento. ¿Cómo llevamos este porcentaje a la realidad? Bien, una consultora privada dijo: “En el último mes del año, por cada 12.500 pesos de sueldo un argentino promedio tendría 500 pesos por mes para gastos o diversiones”. En una palabra, se compra un pantalón o invita a la familia a comer un super pancho a Plaza Miserere.
No hace falta ser científico para darse cuenta que el proyecto político-económico de la derecha no es echar gente porque son ñoquis o de la Cámpora. La idea es cumplir con el poder real y este decidió el 10 de junio del 2015 que “hay que reducir la población mundial”. La frase fue el resultado de la reunión de 150 corporaciones cuyo jefe Rockefeller asintió.
El ajuste es muerte. Y ese porcentaje que los diarios nos dicen que devaluamos, que aumentó el ABL, las tarifas de luz y que la jubilación y el salario se congeló nos lleva de a poco a la resolución de Bilderberg.
El estado se sigue achicando. La derecha acusa a los trabajadores de militantes o camporistas, y con el aval de la opinión publicada, genera desocupación y desolación en miles de hogares camino a la pobreza. Mientras esto acontece, la clase media -por ahora empleada- festeja. La alegría no dura mucho, ya que el sector privado también despide, y no por ideología sino por falta de consumo, de plata, de elementos que hace tres meses desconocíamos.
Toda la sociedad descendió un escalón en la estructura económica- social. El media clase hoy es clase media baja, la baja es pobre, el pobre es marginal y éste acaba de desaparecer.
Y claro, el que apenas sobrevivía no tiene manera de acceder a la alimentación y la medicina. Y ese hombre, esa mujer, ese niño no es vecino suyo. Morirá de un ataque al corazón y no integrará ninguna estadística ya que el INDEC está paralizado. Tampoco los medios informarán pues están captados y cooptados por el gobierno. O sea, nos visitará la muerte invisible. Seguramente ahora estará muriendo alguien que no conocemos. Ahora, el plan del poder de reducir la población se está cumpliendo ante la algarabía del Señor Corporación.
Mientras Rockefeller disfruta de su plan nosotros discutimos sobre el PJ, la Cámpora, Milagros Sala y Nisman. Los medios confunden a la población en el campo de la discusión estéril y los dueños de la pelota siguen jugando al TEG.
