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Carta Abierta a Canicoba Corral

En su juzgado, Sr. Juez, están los veinte cuerpos de la causa del bombardeo criminal del 16 de junio de 1955. Allí, Sr. Juez, queda demostrado el crimen de lesa humanidad. Por lo cual la causa no debe prescribir.
Tiempo atrás se me dijo en su Secretaría que habían sido juzgados por un tribunal militar, en su momento, cuando ocurrió el episodio. Pero la verdad es que sólo fueron juzgados algunos jefes y no los asesinos que huyeron cobardemente al Uruguay.
Además descubrí que uno de sus secretarios era hijo de un ex comando civil, hecho que le transmití en su momento al diputado nacional Carlos Kunkel, sin que hasta ahora tengamos noticias ni del tribunal ni del diputado.
De todas formas, este es el registro de los asesinos, por si alguna hoja se extravió.
Contralmirante Anibal Olivieri, ministro traidor del gobierno constitucional.
Samuel Toranzo Calderón, jefe del Estado Mayor
Benjamín Gargiulo, (se suicidó en el ministerio)
Capitanes de Fragata Jorge Bassi y Nestor Noriega (aviadores navales de la Base Punta Indio). Noriega era hijo del director del diario El Día de La Plata, de filiación radical.
Antonio Rivolta. Fue el que sacó la bandera blanca para parlamentar desde el ministerio.
Francisco Manrique, encargado de sublevar la flota de mar.
Aldo Luis Molinari, Castañeira Falcon. Operaban en el Estado Mayor Naval.
Osvaldo Guatia, Juan Carlos Argerich – atacantes a la Casa de Gobierno.
Guillermo Rawson, encargado de las comunicaciones.
Oscar Taghella, Jorge Imaz, jefe de seis bombarderos.
Enrique García Mansilla, jefe de tres aviones Catalina.
Santiago Sabarots, jefe de veinte aviones cazabombarderos.
Además fueron jefes de los asesinatos en masa Anastasio Del Peral, Adrian Gambrier, Luis Maria De La Canal, y Osvaldo Pirán.
Los asesinos pensaban instalar un gobierno provisional que iba a estar integrado por el General León Justo Bengoa y el Contralmirante Toranzo Calderón.
También está probada la participación del civil radical Miguel Angel Zavala Ortiz.
Señor Juez, está probado que la primera bomba cayó a las 12 y 40, y la última a las 17 y 40, con más de 380 muertos y más de 1000 heridos y mutilados, usando aviones del Estado para bombardear la Plaza de Mayo, la Casa de Gobierno, ametrallar el Departamento de Policía, la CGT y hasta lanzar una bomba en Pueyrredón y Las Heras, donde los asesinos delirantes imaginaron que vivía una supuesta novia del Presidente.
Se calcula que cayeron más de 100 bombas y hay testimonios de ametrallamientos en Liniers, Mataderos, La Tablada, en el entonces Ministerio de Obras Públicas en la 9 de Julio, y en Pichincha y Garay cerca del entonces cuartel Esteban de Luca.
Existen innumerables pruebas del complot cívico militar, y se posee la lista completa de los aviadores criminales. Muchos ya no están entre nosotros, pero otros aún viven.
Para no hacerla muy larga, Sr. Juez, será Justicia… suya o divina.
Miguel Angel de Renzis

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