Desde junio, los empleados vienen cumpliendo jornadas reducidas , solo tres días a la semana, y en muchos casos, percibiendo un porcentaje reducido de sus salarios.

Impacto sobre los trabajadores

La medida genera incertidumbre sobre la continuidad laboral y el poder adquisitivo de decenas de familias. Las suspensiones, los recortes salariales y ahora la posibilidad de retiros voluntarios son señales de un clima laboral muy tenso.

Dirigentes gremiales advierten que los ajustes afectan especialmente a trabajadores administrativos y de soporte, y profundizan la preocupación en un contexto ya marcado por la falta de contratos formales con el Estado nacional.

FAdeA en contexto: crisis estructural

La crisis en FAdeA se prolonga desde hace varios años. La falta de contratos regulares con la Fuerza Aérea, su cliente principal, redujo drásticamente los ingresos de la planta y derivó en suspensiones y pagos parciales de salarios.

Además, la situación impacta en la cadena de proveedores y en las pymes metalúrgicas que dependen de la fábrica, generando atrasos en pagos y complicaciones económicas en toda la red productiva.

Gremios y posibles reacciones

Los sindicatos aeronáuticos ya manifestaron su preocupación por las medidas y reclamaron definiciones claras sobre el futuro de la planta. El malestar crece entre los trabajadores, que esperan que el Ministerio de Defensa defina un plan que asegure la continuidad de la actividad industrial y los empleos existentes.

Qué piden los trabajadores y por qué importa

-Garantizar la continuidad laboral y contratos vigentes, dado que FAdeA depende en gran medida de la demanda del Estado.

-Proteger el empleo técnico, clave para mantener capacidades estratégicas de defensa y mantenimiento aeronáutico.

-Respetar el convenio colectivo y los derechos laborales en caso de desvinculaciones.

-Presentar un plan de reactivación industrial que incluya nuevos contratos de mantenimiento o producción, evitando más despidos o retiros voluntarios.

FAdeA sigue siendo un actor central en la industria aeronáutica y metalúrgica del país: su crisis afecta no solo a los trabajadores directos, sino también a proveedores, subcontratistas y toda la cadena productiva vinculada a la defensa y mantenimiento aeronáutico.