Huelga y conflicto laboral: el “piquete empresarial” de las multinacionales aceiteras
Las grandes empresas aceiteras faltaron a la audiencia de negociación colectiva con ASIABRA, dejando al descubierto un piquete empresarial y desatando un conflicto laboral en el sector.
La mayoría de las grandes empresas del sector, incluyendo Aceitera General Deheza, Viterra, Molinos Río de la Plata, Louis Dreyfus y Cargill, así como la cámara empresaria CIARA, no se presentó pese a estar notificadas. Desde ASIABRA, calificaron la actitud como práctica desleal, amparada en el art. 53 de la Ley de Asociaciones Sindicales, y anunciaron que recurrirán a la vía judicial.
En la audiencia, el funcionario actuante destacó la participación de Buyatti como un ejemplo de cumplimiento legal, mientras que el resto de las compañías exhibieron un desacato flagrante a la normativa laboral. El sindicato ratificó su denuncia y solicitó la aplicación del apercibimiento de ley por la incomparecencia injustificada de los demás empleadores.
Un “piquete empresarial”: la estrategia de las corporaciones
Para ASIABRA, la ausencia corporativa confirma un patrón de obstrucción al diálogo paritario. Antes de que el sindicato obtuviera personería gremial, las empresas argumentaban razones legales para no negociar. Ahora, con la representación formal reconocida, la táctica se transformó en abandono deliberado de la audiencia, un auténtico “piquete empresarial”.
El sindicato sostiene que esta maniobra no es un tema de legalidad, sino de rechazo a la representación legítima de los supervisores y analistas. La incomparecencia evidencia la intención de las corporaciones de evitar acuerdos salariales y Convenios Colectivos, afectando directamente a los trabajadores.
Acciones judiciales y alerta sindical
Frente a la situación, ASIABRA anunció que iniciará acciones judiciales por práctica desleal, además de reclamar ajustes salariales individuales por políticas que afectaron históricamente los salarios “fuera de convenio”. La denuncia también se elevará ante organismos internacionales del trabajo para visibilizar la conducta empresarial.
La Comisión Directiva advirtió a sus afiliados: “Los trabajadores tenemos la herramienta más genuina del movimiento obrero: la huelga”. El sindicato pidió mantenerse en estado de alerta, mientras espera que la Justicia determine la responsabilidad de las empresas que ignoraron la ley y la negociación colectiva.
El episodio deja al descubierto un doble estándar corporativo: discurso de ética global frente a incumplimiento local. La opinión pública y los propios empleados observan cómo estas compañías, que presumen integridad, quedan expuestas a consecuencias legales y daño reputacional.
FUENTE. MG
