
El general Perón dijo en los ´70 que el año 2000 nos encontrara unidos o dominados. Avanzó el tiempo y creímos que el fin del mundo era en el 2012 como habían anunciado los mayas o en el 2000 habría una paranoia cibernética. El tiempo pasaba y la familia solo recibía malas noticias con respecto al año 2000 y al nuevo siglo.
Ya pasó. Estamos dominados como predijera el general y la tecnología desemplea humanos y domina cerebros. En los confines del cuarto de siglo de la centuria número 21 todo ha cambiado o casi todo, pero sin darnos cuenta, la calidad de vida del humano descendió y mucho con respecto a los últimos días del siglo 20.
Hagamos un relato. Todavía el casamiento era una práctica igual en esos tiempos, hoy una pareja que se casa conforma un acto revolucionario. Nadie hablaba de poliamor, y el género no era una adicción. La familia constituía la célula de la sociedad. Hoy la sociedad fragmentada desconoce el término familia, las parejas, que pueden ser del mismo sexo, entienden que el hijo tiene cuatro patas y el compromiso fue dado de baja.
En el orden institucional y político este siglo se caracterizó por la consolidación de la fragmentación. A pesar de una economía rentable en la primera década, nos obligaron a elegir pañuelos, diferentes partidos, miles de carreras cortas donde la educación solo sirve para otorgar títulos dejando al conocimiento postrado.
El avance de las corporaciones trajo más entretenimiento, alcohol y droga, elementos vitales para desarrollar la inseguridad y aportar a un modelo de reducción poblacional. El siglo 20 terminó con los imperios por sobre las corporaciones. Hoy Blackrock supera a Rusia en presupuesto y determina presidentes en toda América.
Se acabó la salida del cine y la novela de la tarde. Hoy nos apuramos a consumir capítulos de Netflix. La reunión familiar con asado el domingo es una escena de película en blanco y negro. La cultura del trabajo fue derogada. La música fue reemplazada por gritos agresivos en autotunes. La poesía, la filosofía y la cultura es igual a la manteca, tiene vencimiento. Las cartas de amor fueron suplidas por un corazón y la redacción por memes. El orden mundial se consolida teniendo en cuenta que debemos retroceder a la edad media. Castillos, nobles y pobres que pagan impuestos y alcanzan a alimentarse con un pedazo de pan. Perón no se equivocó, estamos dominados y aquellos que dicen representar al general se cansan de perder elecciones. Hablan de peronismo, pero no suena la marcha ni las 20 verdades, solo hablan de su ombligo y de un pasado que no retornará porque el presente es el futuro. ¿No le parece?




