El PRO decidió ocortarse solo y no formar interbloque con La Libertad Avanza

El PRO ratificó su bloque propio en Diputados, frenó fugas hacia LLA y anticipa apoyo a reformas económicas sin perder independencia institucional.
En medio del debate por las próximas reformas económicas, el PRO avanza en una etapa de reconfiguración interna para ganar peso propio dentro del Congreso. Sin romper con el oficialismo, busca marcar agenda y recuperar identidad política.
El bloque del PRO en la Cámara de Diputados atraviesa un proceso de reorganización política que apunta a reforzar su autonomía dentro de la alianza con La Libertad Avanza (LLA). La decisión se inscribe en una etapa de definiciones clave para el Gobierno, marcada por la negociación de las reformas laboral, fiscal y previsional que impulsa el ministro de Economía, Luis Caputo.
Aunque el PRO mantiene una relación de colaboración legislativa con el oficialismo, en las últimas semanas varios dirigentes del partido consideraron necesario “recuperar protagonismo propio” y dejar en claro su rol como fuerza con identidad diferenciada.
Una nueva etapa de equilibrio político
La estrategia, explican en el entorno amarillo, no busca romper la cooperación parlamentaria, sino establecer un margen de acción más amplio para opinar y negociar proyectos sin quedar subsumidos a la conducción libertaria.
En ese sentido, el bloque trabaja en una redefinición de su funcionamiento interno y en la posibilidad de articular posiciones comunes con otros espacios del arco opositor “dialoguista”, en temas donde la visión del Gobierno resulte demasiado ortodoxa o difícil de acompañar.
El movimiento también se da en paralelo a las discusiones por la reforma laboral, uno de los ejes centrales del nuevo paquete legislativo que Caputo enviará al Congreso antes de fin de mes. En ese terreno, el PRO anticipa que acompañará los lineamientos generales, pero buscará introducir correcciones que garanticen consenso político y resguarden derechos laborales básicos.
“Acompañar sin perder identidad”
En el PRO destacan que el desafío es acompañar el rumbo económico sin diluir la marca política del partido fundado por Mauricio Macri. El reordenamiento interno apunta a consolidar una posición que permita al espacio influir en la agenda del Congreso, pero también diferenciarse del tono confrontativo del oficialismo libertario.
En la práctica, la decisión se traduce en una mayor coordinación parlamentaria entre referentes propios, la puesta en marcha de un esquema de vocerías unificadas y un seguimiento más activo de los proyectos económicos clave.
“Queremos aportar equilibrio y previsibilidad”, sostienen en privado varios diputados del bloque, que reconocen que el clima legislativo se volvió más complejo ante las resistencias que generan las reformas estructurales en distintos sectores políticos y sindicales.
El escenario que se viene
La búsqueda de autonomía del PRO ocurre mientras el Gobierno necesita ampliar su base de sustentación parlamentaria para aprobar las reformas pendientes. En ese contexto, la fuerza amarilla podría transformarse en un socio estratégico, pero con voz propia, dentro del esquema de poder legislativo.
Con el receso de fin de año a la vista, el oficialismo prepara una nueva ofensiva legislativa para diciembre, y el PRO se prepara para jugar un rol más activo en la negociación, especialmente en los temas que involucran al mercado laboral y la estabilidad del tipo de cambio.
FUENTE. GLP




