Opinión

¿Una jugada magistral?

 

Por Margarita  Pécora  –

Con el reloj marcando  la  cuenta regresiva para los comicios de octubre, y una foto  de encuestas  recientes  donde  figuran Milei y Massa creciendo casi a la par  en intención de votos y  camino a un posible  balotaje,  el candidato presidencial  de Unión por la Patria, Sergio Massa, sacó de debajo de la manga una propuesta que impactó  en el arco político, en particular  el  de colores   diferentes a los que representa el también Ministro de Economía de la nación.

No conforme con  el paquete de medidas que ha venido lanzando para aliviar la deficitaria disponibilidad de dinero en  el bolsillo de los argentinos;  Massa  propuso   a viva voz en un acto en Salta,  junto a  9 gobernadores de las provincias del Norte ,  que una vez llegue a la presidencia de la nación,  va a  llamar a la formación de un gobierno de unidad nacional.

Pidiendo  permiso a los gobernadores que no son  de su fuerza política, – Gustavo Valdés, de Corrientes, y Gerardo Morales, de Jujuy-,  el tigrense   dijo  literalmente “Quiero dejar un compromiso,  si el 10 de diciembre me toca empezar a presidir la Argentina, que nadie se asombre que haya  gente de otra fuerza políticas  integrando nuestro gobierno.  Voy a llamar a un gobierno de unidad nacional, no tengo miedo de compartir con los que piensan distinto, ¡porque la Argentina somos todos!

Para algunos observadores, esta ha sido una jugada magistral del candidato de Unión por la Patria, mientras para otros, es una movida arriesgada que  puede  caer mal  a algunos  peronistas o  kirchneristas  sectarios,  que no le dan ni un ápice de entrada al enemigo político.

Sin embargo, aunque el propio Massa  advierte en sus palabras “que nadie se asombre” de lo que  va a hacer si llega a ser presidente; lo cierto es que  su impronta política como líder fundador del Frente Renovador, muestra ese tipo de apertura ideológica, que le permite  trabar relaciones con  desenojo con  sus adversarios políticos,  y  hasta convidarlos a gestionar juntos.

De modo que no hay motivos para asombrarse, si abriera el portón  de par en par,  para  que entre  todo el que no piense igual, pero que coincida,  eso sí, en   la vocación de trabajar por sacar adelante la Argentina.

En este gesto aperturista,  Massa  marca una ventaja por sobre   Javier Milei,  que se jacta de «anticasta» y «outsider y  ha declarado tácitamente que no va relacionarse con  gente de otro partido que no sea  el de la alianza que dio origen a La libertad Avanza, creándose  de este modo un cerco en torno a sí mismo para una  presunta gestión  presidencial con un solo gobernador de su partido y a  lo sumo, con el 20 por ciento de la Cámara de diputados y poco más del 10 por ciento de la de Senadores.

El  caso es que el ministro de Economía y candidato a presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa,  hizo como candidato   en campaña y como Ministro en gestión,  – lo que no puede hacer Milei; encabezar   un  acto de firma de la “Declaración Güemes” y de un convenio con las provincias del Norte Grande para inversiones en la generación de energía eléctrica a través de fuentes renovables. Y  por si fuera poco, anunció el restablecimiento del decreto 814 para el Norte Grande, un reclamo de los gobernadores para compensar mayores costos operativos y bajar los aportes patronales para darle competitividad a las empresas en competencia con las del centro del país.

Massa ponderó  el gesto  de  la  tropa multicolor  que lo acompañó en el acto, por haber firmado los convenios energéticos y por  todo lo que dijo  que han hecho  en cuando a   instalación y uso de la energía solar, y la biomasa, etc,  y los convidó a construir una Argentina de  unidad nacional,  más allá de las diferencias.

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