GUILLERMO CARMONA: Argentina renovó su reclamo por Malvinas en ONU

Por Rodrigo Marcogliese –
Con las palabras aún frescas del presidente Alberto Fernández en la ONU en reclamo de la legítima soberanía de las Islas Malvinas, dialogamos con Guillermo Carmona, Secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en la Cancillería argentina. El dirigente hizo detallada explicación de la relación con la población de las islas súbdita al imperio británico, y puso sobre la mesa los puntos de la agenda que ese potencia colonial ha rechazado por el momento, pero que la Argentina renueva con legítimo derecho.
¿Cuál es tu punto de vista acerca de las miradas sobre la situación, después de que una candidata a la presidencia de la nación (Paricia Bullrich) dijo cuando se negociaba la vacuna Pfizer “que les demos las Malvinas, no pasa nada” y gente de Milei que ahora diga que van a hacer lo que los kelpers quieran?
Creo que fui la primera persona que rechazó y reaccionó frente a los dichos de la Señora Diana Mondino y después de eso vino una catarata de reacciones, la más importante de la propia Cancillería, del Consejo Nacional de Asuntos en relación a Malvinas, que es plural, integrado por académicos, diplomáticos, legisladores del oficialismo y la oposición, veteranos de guerra, tuvo un categórico rechazo a los dichos de la señora Mondino , y organizaciones de veteranos de la guerra y familiares de los caídos han rechazado esos dichos también.
Hay que decir que no es Mondino solamente, el propio Milei ha sostenido esas posiciones, ratificó las declaraciones de ella con una agravante , que planteó que en el caso de que él fuera presidente no solamente iba a respetar los “derechos” de los isleños- como si no se los respetara-, sino que además iba a generar un ámbito de entendimiento lo cual implicaría en tal caso, reconocer como una tercer parte en la disputa de soberanía a quienes no tienen derecho ni autodeterminación, y a quienes son declarados súbditos británicos, más allá de que habitan territorio argentino y se le reconoce los derechos civiles, sociales, económicos, culturales, que tienen todos los habitantes de nuestro territorio nacional.
¿Alguien que vive en Malvinas puede atenderse en el servicio público nuestro?
De hecho ha ocurrido. Quienes nacen en Malvinas, más allá de que sean súbditos británicos, tramitando documento nacional de identidad, tienen la nacionalidad argentina reconocida e incluso los derechos políticos (pueden votar y ser votados), tenemos casos de isleños que hicieron su trámite de DNI y por lo tanto son argentinos más allá de que puedan tener la ciudadanía británica. Pero eso requiere de una predisposición a aceptar la soberanía argentina sobre Malvinas. Es muy importante decirlo. Acá lo complicado es que Milei y Mondino apuntaron a un solo derecho que es el que reclaman los británicos y es la autodeterminación. Los isleños decían que esas islas son de Argentina o no lo son, cosa que es inaceptable.
El presidente Fernández, no solo tuvo un destacado párrafo dedicado a Malvinas, sino también al Secretario General de la ONU le pidió que cumpliera con los buenos oficios, es decir gestiones ante el Reino Unido que está ordenado por Resoluciones de la Asamblea General, para crear condiciones de nuevas negociaciones que es el objetivo que tenemos en función de que se resuelva la cuestión de la soberanía.
De acuerdo a la propia información que brinda el gobierno británico en Malvinas hay poco más de 3 600 residentes, civiles que viven allí y más de 1 500 efectivos militares. Hay épocas del año en que incluso aumenta significativamente esa cifra. Es uno de los territorios más militarizados del mundo por esa proporción por residente civil. Además han instalado allí una base militar con tecnología modernísima con un nivel de presencia armamentística, que la Argentina también viene rechazando sistemáticamente.
Ni Milei, ni Mondino, ni Patricia Bullrich ni del macrismo han condenado la presencia colonial británica en Malvinas. Esas posiciones relativizan un hecho que es indudable, y es que en Malvinas hay un régimen colonial y una serie de dispositivos que, por un lado impiden la permanencia de los argentinos en las islas, y por otro lado imponen un fuerte control del vínculo de los isleños con el territorio continental argentino. Esto da como resultado un incremento de una actitud hostil sobre todo de los isleños que tienen algún tipo de responsabilidad de conducción en las islas, lo que denominados la ilegítima Asamblea isleña, con un tono muy antiargentino.
Frente a eso, lo que planteamos es que el Reino Unido tiene que cumplir las resoluciones de Naciones Unidas; y ya tuvimos renegaciones entre 1976 y 1982, y nuestro objetivo es retomar esas negociaciones que quedaron congeladas naturalmente por el Reino Unido, meses antes de la guerra de Malvinas. Eso implica respetar el derecho internacional que establece que hay una disputa de soberanía por tanto ambas partes tienen que buscar la salida negociada a este conflicto.
Por otro lado planteamos una política en la cual las medidas en favor de los isleños que la Argentina consagra por su régimen constitucional y legal, sea posible que se efectivicen, es decir que haya un vínculo entre quienes habitan las islas y el territorio continental, constructivo , productivo y que eso implique el reconocimiento de ese pretendido derecho a la autodeterminación, porque no puede ser que una población que está allí como súbdita del Reino Unido sea quien decida si las Malvinas son o no de la Argentina.
Resumiendo sobre el tema, Carmona recordó que existieron 4 rondas de negociaciones entre Argentina y el Reino Unido “y en todos los casos se analizaba en que circunstancia, manera y plazos la Argentina recuperada el ejercicio de su soberanía. En 1971 hubo un Acuerdo de Comunicaciones que permitió un vínculo muy importante, pues entre las Islas y el territorio continental había un vuelo semanal que hasta 1982 se mantuvo operado por líneas aéreas del Estado desde Comodoro a Malvinas; estaba YPF, Gas del Estado, brindando energía en las islas. Argentina construyó un aeródromo que lo hizo la Fuerza aérea argentina. Fueron maestros/as argentinos a enseñar español y hubo un vínculo muy fluido, y había una Tarjeta blanca que evitaba la necesidad de utilizar un pasaporte para ir o venir de Malvinas. Todo eso lamentablemente quedó afectado por el conflicto del Atlántico Sur.
Nosotros entre otras medidas que planteamos, incluso el canciller Cafiero lo hizo en marzo pasado en reunión con su homólogo británico, una nueva agenda donde proponemos que el tema central sea resolver el tema de la soberanía y allí incorporamos el vínculo aéreo y marítimo entre Malvinas y el territorio continental argentino, nuestro ofrecimiento de un vuelo semanal entre Malvinas y algunas ciudades continental, no hacia un tercer país. Planteamos como tema también acordar medidas que favorezcan a los isleños en función de los derechos que la Argentina reconoce (civiles, sociales, culturales, económicos); planteamos la desmilitarización y el fin al saqueo de los recursos naturales.
Esa agenda que hemos propuesto, por el momento ha sido rechazada por el Reino Unido, por eso es un hecho muy significativo lo que el presidente destacó ante la ONU y otros países apoyaron.
La Cancillería reiteró un repudio por las actividades ilegales en Islas Malvinas ¿de qué se trata?
Desde el 2010 la Argentina tiene una Ley que sanciona aquellas empresas que operen sin nuestra autorización en la plataforma continental. El área marítima que circunda a Malvinas es parte de la plataforma continental, por tanto se tiene que acoger a esas sanciones administrativas que implican fundamentalmente la prohibición a esas empresas a operar ilegalmente.
La empresa de origen israelí NAVITAS PETROLEUM LP, ya ha sido sancionada, se ha iniciado el proceso también porque las sanciones son administrativas y penales, a partir del 2014 se iniciaron los procesos penales correspondientes y esta semana han anunciado que avanzarían en sus operaciones, y ha habido nuevo rechazo , repudio y protestas de Argentina por esas operaciones.
Es muy importante que a partir de este régimen legal, ninguna empresa puede hacer lo que antes hacía, como actividades exploratorias en Malvinas, y al mismo tiempo ser parte de proyectos de exploración y explotación hidrocarburífera en el resto del territorio argentino, ya sea continental o en su plataforma.
Nosotros tenemos una posición muy firme al respecto. Sabemos también que muchos de estos anuncios tienen que ver con las cotizaciones internacionales en las bolsas, y no implican necesariamente avances en cuestiones exploratorias, pero estamos siempre muy atentos a que esas empresas no puedan estar vinculadas con otras en Argentina, mientras que se siguen adelante procesos penales correspondientes.