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SANTIAGO CARUSO: Preocupación en el campo creativo por el avance de la Inteligencia artificial.

Por Margarita  Pécora  –

Probablemente las palabras desenfreno, vértigo o aceleración no alcancen a describir  el impetuoso avance de la deslumbrante  Inteligencia Artificial que, por un lado,  nos enseña  su poder  de súper tecnología capaz de entregarnos en tiempo casi real, resultados  de enormes volúmenes de datos  ya procesados, ahorrando infinidad de horas y esfuerzo humano; mientras por otro esa misma ventaja, se comporta como arma de doble filo que amenaza la estabilidad de la humanidad. Por esa razón  la inteligencia artificial  hoy tiene defensores y detractores.

Para arrojar  luz  sobre este  tema,  Comunas dialogó con Santiago Caruso,  artista, docente, ilustrador , editor de libros  e impulsor de la red  integrada por sindicatos y asociaciones de creativos de Latinoamérica y España, quien experimenta en carne propia el costado dañino de la Inteligencia Artificial  cuando no se la controla.

Últimamente se está oyendo hablar  muchísimo de la Inteligencia artificial, pero  hace rato está  entre nosotros avanzando sin control, tal vez por eso tiene defensores y también detractores. 

¿En cuál de los dos bandos te ubicas?

Como creativo que vive de su trabajo,  vemos  con preocupación en nuestro Sector y otros  productores de Conocimiento, la parte de la sociedad que se dedica a crear cosas en el sentido de desarrollo científico, literatura y creaciones artísticas, que  al irrumpir esta tecnología generativa, que no es toda la inteligencia artificial como estructura tecnológica de análisis de Datos, sino  las  generativas, que lo que hacen es, servirse de una  cantidad de datos gigantesca y procesar y establecer parámetros estadísticos, para generar entonces derivaciones de toda esa  arte o creaciones humanas de las que se sirvió y esas generaciones, porque no son “creaciones” en el sentido humano, están empezando a ser comercializadas y a sustituir a montón de trabajadores en el campo creativo de diversas   disciplinas al mismo tiempo, no solo en la creación de imágenes, sino Audiovisual, la Escritura, sustituyendo a locutores, actores de doblaje,  es un problema de afectación creciente y  muy rápida.

No sé si es una sensación, pero a veces se está cargando más la mano hacia lo negativo  e inquietante, que a lo positivo que pueda tener la Inteligencia artificial , porque hay personas pensando  que  se van a quedar  sin trabajo,  o  que va a venir una guerra arrasadora para la humanidad ¿No crees que se está exagerando?

Sí en los términos de la guerra  y lo descontrolable,  no son tales. Esta semana última,  Geoffrey Hinton,  uno de los llamados ‘padrinos’ de la Inteligencia Artificial renunció a su puesto en Google  por una cuestión de edad y supuestamente, para salir a revelar algunas cosas preocupantes. Creo que exagera muchísimo al decir que esto no tiene un control posible, o que se está llegando a una inteligencia equivalente a la humana en proporciones mundiales. Todo eso es una exageración.  Son modelos algorítmicos que imitan el lenguaje natural, o la  inteligencia aplicada a la creación como  la humana, pero en realidad son modelos que funcionan por parámetros estadísticos para poder predecir palabras, configurar frases, predecir la ubicación de cierto orden de pixeles para  generar imágenes digitales en función de análisis de obra humana.  Eso es regulable, es ordenable y es posible que se ajuste a derecho en función de que no siga parasitando  el trabajo de miles y  millones de personas en el plantea.

Eso para nosotros  de Arte  es Ética, es lo más preocupante en términos inmediatos, la afectación laboral, la sustitución de personas, la automatización de empleos y sobre todo la seguridad  informática y a su vez la informativa, o sea , cómo accedemos a la información a través de los Medios ya que casi todas nuestras relaciones sociales están mediadas por tecnologías, qué pasa cuando todo puede ser  “falseable”, en cuanto  a generar sitios Web llenos de contenido producidos algorítmicamente, con imágenes generadas artificialmente que son prácticamente diferenciables de fotografías convencionales. Con lo cual la posibilidad de  plantar falsificaciones  de nuestros instrumentos para conocer la verdad o informarnos, pueden ser  fácilmente  falseables por personas que incluso no tengan gran conocimiento del  asunto, porque lo hacen los algoritmos, no autonómicamente, sino por comandos de personas, pero sin que  requieran de conocimiento especializado en la manipulación de imágenes, producción de textos de carácter académico y periodístico.

El problema es ético. Fijate como ha sido falseada la imagen del Papa Francisco donde lo exponen con un abrigo inflado de Balenciaga, y a mucha gente le costó trabajo identificar si realmente el Papa estaba vestido así,  y vemos que se llega a extremos  como estos de falsear imágenes y agredir  a figuras como la del Sumo Pontífice.

Esa fue una versión casi jocosa,  divertida, pero de este momento hasta ahora,  hay páginas donde se suben productos  con aplicaciones generativas de imágenes que son mucho más creíbles  y agresivas a las que he visto. La del Papa con esa campera era una producción digital, pero después de eso hasta ahora, se están haciendo indistinguibles de una foto real.

Todo conduce a la ‘preocupación’  por el empleo. Recordemos que  Microsoft anunció que eliminará 10 mil puestos de trabajo durante los siguientes meses,  mientras invierte en inteligencia artificial con GPT y OpenAI. ¿Los que trabajan  en Microsoft  no son programadores y gente especializada en informática’ ¿cómo es que la propia Inteligencia artificial  los deja afuera?

Eso es parte del absurdo en el que estamos viviendo hoy, que los propios desarrolladores de esa tecnología están parasitando su propio conocimiento y sus propios puestos laborales. Entonces la ficción de que esto va a sustituirnos en montón de tareas para que  la humanidad tenga que abocarse  a tareas de programación y suplante más actividades humanas, es algo que se muerde la cola inmediatamente.  El problema es que  los puestos de trabajo que  podrían ser robustecidos como el entrenamiento algorítmico, los que diseñan los parámetros estadísticos de datos, etc., ya existen,  pero no alcanzan para reponer a  enorme cantidad de  puestos de trabajo que están destruyendo a partir de la automatización de tareas.

Esa es una ficción,  que toda la población va a tener que abocarse al entrenamiento de los algorítmicos, porque las propias empresas ya hoy- no dentro de cinco años-, están echando a miles de personas,   justamente desde noviembre del año pasado las principales desarrolladoras de Software echaron a miles de personas.  Eso es la constatación de que lo que están vendiendo como un futuro de inclusión y descanso para que nos sustituyan modelos algorítmicos en tareas complejas, tiene un nivel de peligrosidad grande porque no hay un sistema mundial económico que pueda resistir  un 30-40 % de desempleo rápidamente creciente. No se podría mantener el orden democrático y la salud de la población en el sentido de la inserción laboral.

La Inteligencia artificial es como arma de doble filo, pero  convengamos que  está reportando grandes   ventajas  por ejemplo en la Medicina. He visto videos donde se demuestra que ayuda  a los médicos a conseguir  diagnósticos certeros de complejas enfermedades, porque  al reunir  una  información voluminosa y analizarla, ya pone en manos del especialista un diagnóstico.

Por eso es que lo que estamos cuestionando desde el Arte es Ética,  es a la Inteligencia artificial generativa,  esa que vos mencionas, que necesita por supuesto de la supervisión de un médico concreto, si sirve para procesamiento de imágenes  o de   parámetros estadísticos de análisis de datos, pero en el resto de las aplicaciones que está teniendo,  sí hay un problema grande de sustitución de personas,  no solo por la generación de falsificaciones de fotografías o audios de personas que se utilizan con fines  malignos, hablo en el campo creativo del Arte o persona cualquiera que lo  utiliza para hacer estafas.

Lo planteo desde el campo creativo, directamente en mi persona;   mi trabajo, con mi nombre fue apropiado por esta tecnología, compilando una cantidad enorme de obras de arte creadas por mí, generaron un modelo imitativo de mi trabajo y se producen por miles desde hace meses.

¿Podés reclamar?

“Por ahora no lo  estoy reclamando judicialmente, sino colaborando con algunas causas judiciales que se están llevando adelante en EE.UU. y por mi parte desde el Grupo Arte  es Étética,  (www.arteesetica.org) tratando de llevar conciencia sobre este problema y apuntando a que haya una legislación pronta para una regulación de esta tecnología  que no puedan seguir operando de manera totalmente arbitraria y contra los intereses de las personas”- cerró  afirmando  Santiago Caruso,  validando la necesidad de que  los  creadores de la Inteligencia Artificial  deben tomarse un tiempo para repensar el avance impetuoso que tiene esta tecnología, porque es necesario  cuidar  la privacidad,  la  ética  y el empleo de las personas.

 

 

 

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