Nuevamente una crisis bancaria llama la atención de la economía planetaria. Parece lejana la quiebra de dos bancos estadounidenses, hace unos días en el imperio tan temido. Ayer nomás, el segundo banco suizo también quebró. En situación parecida se encuentra el Deutsche Bank, el BBVA y 114 bancos italianos. Seguramente mientras esta editorial esté en el aire otros bancos cerrarán sus puertas en Europa. Por ahora, la geografía del viejo continente nos indica que la guerra usa ese lugar como campo de batalla y los bancos más sensibles también son afiliados de la OTAN.
En el 2008 se produjo la última crisis bancaria. La diferencia con esta es que la anterior fueron grandes bancos y estas son regionales, pero atención, son señales del término de un sistema.
La catástrofe es multifacética. Bancos en quiebra y clase media que se sigue hundiendo. Empresas del bienestar que cierran, Nike por ejemplo, Facebook despidiendo 10 mil empleados. El clima tampoco ayuda. Pero no es Dios que se olvidó de sus creyentes, sino que cincuentas países trabajan en el control del clima. La idea partió de la CÍA con anuencias de la NASA, pero la negativa de la ONU. Pretenden controlar el clima como herramienta armamentística. Una locura.
El modelo capitalista llegó al límite. Pero también le damos una mano con el control del clima que si se pone en práctica se calcula que 2 mil millones de humanos carecerán de alimentos. Para seguir el circuito, los grandes países tienen problemas de inflación y desempleo. Para muestra un botón, EE.UU. con 100 millones de desocupados, de los cuales 50 millones reciben la carta de alimentación así se denominan a los planes sociales.
Clima, hambre, desempleo y guerra, ¿Algo más pretende la élite? Porque señores son ellos, las familias que controlan las corporaciones transnacionales son los autores intelectuales de estas plagas. Los Rockefeller , los Bush, los Morgan, los Rothschild, son quienes manejan las marionetas de la política. Usted dirá entonces no hay remedio, estamos listos. En principio sí, pero siempre hay una solución a cada problema.
Nuestro deber como ciudadano sabiendo que está pasando y que pasará, es no acompañar a los cadetes de estas familias. Fuera Milei, Macri, Larreta, Massa y demás alcahuetes. Basta del partido obrero, izquierda europea y demás traidores de clase. Debemos pensar en grande y saber que todo país tiene formatos de gobierno, algunos autócratas, otros democráticos, para ambos sistemas lo más importante es que el hombre posea concepto e ideología. Un concepto es la familia, célula necesaria para la formación de la sociedad, y la ideología será nacional. Si poseemos estas dos ideas importa poco el candidato porque aquellos que no lo tengan no serán votados.
Al margen del sistema político se avecinan tiempos críticos, pero tenemos una oportunidad. En el 2008 Néstor se despegó del imperio viendo la crisis financiera. Fernández si lo imita puede salvar al país, caso contrario profundizará la crisis y será excusa para un nuevo triunfo de la derecha. ¿No le parece?
