Opinión

PRIMARIAS NO OBLIGATORIAS

La decisión unipersonal que hace dentro del Frente el Presidente, convencido de continuar con las PASO pone nerviosos a los otros socios de la alianza.

Es acaso el único que cree que puede llegar a conducir un país que le es esquivo. Esto prescinde de conjeturas que realzan al primer mandatario.

La idea de que a sabiendas del enorme vacío de poder que encara el Ejecutivo, Alberto Fernández dijera que no va a ser candidato significaría echarle más leña al fuego. Si quiere un café tendrá que ir a hacérselo porque el mozo estará ocupado en atender solicitudes de quienes ya se prueben la ropa presidencial. Entendible.

Ahora bien, qué importancia tiene en esto eliminar las PASO. No estaría estratégicamente mal decir que está concentrado en el país y no en lo que pasará con las elecciones, pero que es el mayor orgullo estar al frente de este país y bla bla bla (primero porque esquiva decir si será candidato o no, y segundo porque han habido Presidentes que lejos de decir que era un orgullo dijeron que éramos un país con una democracia fracasada. Macri 100%. Es decir que la vara está baja).

Pero lo podría hacer sin las PASO en la que él debe saber muy bien que no las superaría. Queda lejana la idea de su eliminación, y ahora la lucha será por acortar el tiempo entre PASO y General para que no ocurra la quema de divisas que hizo Macri entre una elección y la otra, durante el fin de su mandato. También existe como posibilidad, que sean PAS y no PASO, es decir “Primarias Abiertas Simultáneas” pero ya no obligatorias. Lo que a fin de cuentas es una victoria.

En el futuro, la oposición habla de derogar cuestiones establecidas en el Presupuesto que aún ni siquiera es Ley (falta media sanción del Senado). Los legisladores no tienen ningún sentido en la arena legislativa. De hecho, la pelea es intestina en Juntos por el Cambio que quieren perforar los ladrillos de las paredes para poder estar todavía más a la derecha de lo que la física permite.

Quizá sea un razonamiento porteño-céntrico pero hay muchas similitudes con los que pasa en la Capital. Donde la lucha es del Pro y sus aliados, para ver quién será el próximo o la próxima persona en ocupar la Intendencia. En donde los legisladores no gravitan y tienen al PJ como un espectador de lujo.

Uno de los mayores logros del pichón del PJ porteño, Alberto Fernández, fue extrapolar la política de la Ciudad de Buenos Aires por fuera de la General Paz.

Este Frente demanda de forma urgente unidad, porque de no alcanzar acuerdos lo único que puede salvarnos del verano van a ser los goles de Messi.

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