Opinión

¿Y DÓNDE ESTÁ EL ESTADO?

Por Carlos Galli.

Esta es una pregunta que se hace el ochenta por ciento de los ciudadanos del país. De la República. De la Nación.

Porque aunque no parezca, somos un país. Somos una República. Y somos una Nación.

La Patagonia Argentina, tomada por pseudo mapuches.

Algunas escuelas tomadas.

La Ciudad de Buenos Aires, tomada por los piqueteros.

La salud pública abandonada. La mayoría de los hospitales públicos, casi sin insumos y con falta de personal paramédicos.

Los jubilados, según la defensoría del Pueblo, necesitamos $150.000 para poder comer todos los días, y comprar los medicamentos (no todos son gratis como nos hacen creer, y sin ponerse colorados, nos dicen los funcionarios del ANSES).

El Presidente ausente.

La vice, solamente preocupada por sus quilombos con la justicia. Sea culpable o inocente, a la gran mayoría de los ciudadanos de a pie, nos tiene los ovarios y los testículos al plato.

Hace unos cuantos años, se estrenaba una película que se llamaba “¿Y DÓNDE ESTÁ EL PILOTO?”. Una comedia brillante. Quienes la vieron, seguramente la recuerdan. El piloto que no estaba, casi hace pelota el avión con 200 pasajeros a bordo. El Presidente de la Nación, es parecido, con la gran diferencia que va estrellar un país, con más de 40 millones de habitantes.

Asumió, tuvo su «veranito» al comienzo de la cruel pandemia. Se terminó el momento estival políticamente hablando, y se pudrió «casi» todo.

La Coalición Gobernante, encabezada por el profesor de Derecho, que no se realmente para que se sienta en el sillón de Rivadavia, «vive» en las nubes de Ubeda, como diría el Dr. Leónidas Saadi. Cree estar en el país de las maravillas, como Alicia.

En campaña, el Presidente expresaba que iba a poner de pie a la ARGENTINA. Mintió Doctor, están, o estamos de rodillas, especialmente ante el FMI.

El Estado Nacional, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y sus funcionarios, en la luna de Valencia. Y los gobernadores provinciales, tienen a los «provincianos» a la deriva. El pueblo, del que formo parte, estamos como las olas del mar. Vamos y venimos, según el viento como sople.

El Ministro de Trabajo (por ahora), dijo que somos el país que menos perdió en el salario real. Otro más que nos toma de idiotas, aunque en realidad, quiero decir de boludos, pero no queda muy elegante.

El INDEC tiene razón, bajó la pobreza. ¿Saben por qué? Muy simple estimados y estimadas, porque subió la INDIGENCIA.

¿Y dónde está el piloto? Perdón ¿Dónde está el Estado? Ya sé, está AUSENTE.

POSDATA:

Los radicales, que en épocas pasadas, golpeaban las puertas de los cuarteles y eran funcionarios de las diferentes dictaduras militares, hoy no tienen que llegar a tal extremo. Lo tienen a Facundo Manes, que con sus odiosas comparaciones, y su ego elevado a la enésima potencia, me da la impresión, que sin querer queriendo, como decía “El Chavo del Ocho”, comparó el agua con el aceite. Y para sus seguidores, aunque es un recién llegado a la política, es no saber en qué vereda está. O si es como el tero, que grita en un lado y pones los huevos en otro.

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