NESTOR FABIAN: ¡Vamos todavía!

Por Gabriel Russo –
Una voz indiscutible del tango argentino es la de Néstor Fabián quien sorprende por su vigencia y espíritu de seguir deleitando al público, ahora sobre el escenario de Michelangelo, la tradicional tanguería de la calle Balcarce que resplandece tras su reapertura. En charla con Comunas el icónico cantante habló de su rol en el espectáculo.
“Sigo cantando. Es un espectáculo digno de ver- recomendó-, porque hay seis parejas de baile que hacen tango y folclore, está la cantante María Pisoni, un guitarrista, y la orquesta dirigida por Nicolás Ledesma. Y estoy yo, un servidor. Tenemos de todo-señaló con humor-
¿Cuánto tiempo estas en escena y qué cantás?
Estoy con cinco temas, por alrededor de 20 minutos, canto “El último Café”, “Balada para un loco”, “Una lágrima tuya”, ”Melodías de arrabal” y “El Patio de la morocha”.
Acerca de la impresión que produce en el espectador apuntó:
Influye mi forma de cantar y sentir las cosas, uno se expresa de diferente forma. También la gente es la vara que deja medir al artista la reacción. Lo más importante es subir al escenario, arriba hay que bancárselo-comentó el artista-.
¿Muchos turistas en Michelangelo?
Está comenzando a llegar el turismo del exterior; el de nuestro país se acerca permanentemente y ven el espectáculo como algo impresionante. Yo como partícipe de ese espectáculo me siento feliz, somos como uno solo y todos queremos que nos vaya bien.
Al respecto Néstor Fabián comentó:
“Se trata de una obra que dura 45 minutos. Recuerdo mi paso por el Teatro Colón, con una orquesta uruguaya de 45 músicos. Cuando salí al escenario tras aquellas cortinas impresionantes, me quedé mudo, empezó la orquesta con “De sus ojos se cerraron”, y la primer palabra fue para el diablo…tenía un miedo escénico tremendo, me temblaba todo, hasta que pude entrar confiado en el tema de Carlos Gardel que siempre me saca una lágrima.
Gardel fue único, imaginate como cantaba, por eso cuando la gente escucha los discos de antes, escucha que la voz está más aguda porque los equipos de entonces no eran tan perfectos como ahora-explicó-. Hemos tenido y tenemos cantantes como Julio Sosa que me enseñó cómo controlar la respiración.
Después de la operación, a él le bajan los tonos, y tiene una voz grave preciosa, que supo acondicionar a su forma de interpretación.
Dicho y hecho, Néstor Fabián se despidió con un tango por las ondas radiales de Comunas- consignando un ¡Vamos todavía!